Cádiz

La ruina sigue avanzando sin freno

  • Un paseo por el entorno del inmueble permite constatar su deficiente estado de conservación

Son muchos los gaditanos que pasan a diario por la carretera CA-33 para ir a San Fernando, al igual que hacen lo propio los cañaíllas para ir a la capital. En ese trayecto, no pasa desapercibido el deplorable estado de conservación en el que se encuentra el Molino de Mareas del Río Arillo.

No es necesario detenerse ante el edificio para constatar la dejadez de la propiedad con este inmueble. Pero si uno se detiene ante él y se da una vuelta a su alrededor, puede comprobar el riesgo que corre lo que queda en pie de este edificio histórico.

Pintadas, muros caídos y vigas para sostener la estructura muestran su situación de abandono

A él se puede llegar por un acceso que se encuentra en la vía en dirección a San Fernando poco antes de llegar al río Arillo. En la fachada, se sigue anunciando que el edificio pertenece a Unión Salinera, por lo que, al ser una propiedad privada, está prohibido el paso. A su lado, dos carteles advierten del peligro que supone entrar a las instalaciones.

Por su estado de abandono, éste ha sido un lugar propicio para las pintadas, como se puede ver en los muros que dan a la carretera. Debido a las obras de emergencia que en su día ejecutó el Ayuntamiento se pueden ver las vigas metálicas que sustentan parte de la estructura. Asimismo, las ventanas y las entradas al edificio se encuentran cegadas para evitar que nadie pueda pasar a su interior. Asimismo uno de los muros de la zona del edificio más cercana a San Fernando se encuentra derruido, quedando sólo en pide las vigas que sustentan el resto de las paredes.

Una imagen decadente que puede seguir avanzando si las administraciones no dan una solución definitiva a este legado de la industria salinera gaditana.

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