La última persona que dio una fecha sobre la llegada a Cádiz del documento sobre las ayudas europeas para el puerto de Cádiz fue alguien que no está bajo sospecha de estar desinformada. Fue la ministra de Fomento, ahora en funciones, Ana Pastor, la que, a preguntas de los periodistas gaditanos, dijo en un escenario tan comprometido y simbólico como la explanada que acogerá en pocos meses la nueva terminal de contenedores, que a finales de mayo o principios de junio llegaría al despacho del presidente de la APBC, José Luis Blanco, el documento firmado sobre la concesión definitiva de las ayudas europeas para la construcción de la nueva terminal de carga de contenedores.

Pero, de momento, las fuentes comunitarias siguen respondiéndole a este Diario con un "no hay respuesta", o con un "un casi descartamos que haya sorpresas, pero el documento está aún sobre la mesa a la espera de que la comisaria de Política Regional, Corina Cretu, estampe su firma". Mientras tanto, la obra sigue su buen curso, y sobre la nueva terminal portuaria construida en suelo ganado al mar reposan toneladas y toneladas de montones de arena con los que se están ejecutando las necesarias pruebas de carga.

Por el dinero no hay problemas, según aclaraba a este periódico el propio presidente de la APBC. "Precisamente estos días Bruselas ha adelantado ya casi lo que quedaba por llegar del dinero de Europa", según José Luis Blanco. Eso quiere decir que los fondos Feder ya están en Cádiz de manera provisional. No ocurre lo mismo con los otros 90 millones de euros que deben llegar del Banco Europeo de Inversiones, que sí espera la firma de Cretu.

Esta situación obliga al puerto de Cádiz a seguir dependiendo de los préstamos bancarios que, a bajo interés, le permiten acometer las obras de esta magna infraestructura de la que depende el futuro del puerto de la Bahía.

Y no sólo eso, en días pasados, el puerto de Cádiz tuvo que posponer por segunda vez consecutiva la apertura de las ofertas para la concesión de la gestión y explotación de la nueva terminal. El puerto lo justifica aludiendo a lo complicado de los pliegos, pero la situación con Europa agrava el estado de incertidumbre que pesa sobre esta terminal, que ha ido naciendo sobre los rellenos y sobre una serie de dudas que ya quitaron el sueño al anterior presidente, Rafael Barra, y que siguen ahora quitándoselo a José Luis Blanco.

Persiste la tesis, que nadie se atreve a confirmar, de que realmente podría no haber empresas que apuesten por regir los designios de la terminal de contenedores hasta que no llegue un documento firmado por Cretu, y que, a su vez, Europa no firmará hasta que no se sepa el nombre o los nombres de las empresas que quieran apostar por la gestión y explotación de este nuevo muelle de carga.