Cádiz

"Estoy realmente satisfecho con la integración del COAC en la sociedad"

  • A un día de concluir su labor como decano del Colegio, Ramón Pico hace balance de su gestión, analiza la dinámica de trabajo emprendida, los mayores logros alcanzados y las asignaturas pendientes

Ramón Pico concluye hoy su labor como decano al frente del Colegio de Arquitectos de Cádiz. Ante la privilegiada vista de plaza de Mina que se otea desde su despacho hace balance de la gestión. Habla de los objetivos cumplidos y de los que deja en el tintero. De la conversión a marchas forzadas del Colegio ante la coyuntura externa y de un panorama poco alentador para el colectivo. Siente orgullo de la dinámica formativa emprendida y lamenta no haber satisfecho todas las necesidades de los colegiados más afectados por la crisis.

-Transcurridos estos cuatro años como decano. ¿Siente que ha cumplido con los objetivos que se marcó al inicio?

-Parcialmente. Aunque el porcentaje ha sido amplio. Muchos temas se han quedado pendientes porque la coyuntura ha evolucionado más rápido de lo que hemos podido reaccionar. Los cambios nos han desbordado a nivel social, a nivel económico pero también en el plano profesional. Ha habido modificaciones normativas en el tratamiento del visado -la ley Ómnibus- que han sido más rápidos de lo que la estructura del colegio ha podido asumir. Ha habido bastantes transformaciones, pero falta mucho por hacer.

-¿Cómo repercute la Ley Ómnibus en las competencias del Colegio?

-A la larga será beneficiosa, ya que establece reducir el coste del visado para el colegiado y para el cliente. Pero estamos en una situación contradictoria porque la legislación andaluza exige controles específicos que lo complica. Es una herramienta de control ante la falta de confianza, fundada, por otra parte, en los Ayuntamientos. Pero si la Junta quiere ejercer este control debería financiarlo.

-¿Cuáles son los principales logros que han marcado su decanato?

-Estoy realmente satisfecho con la integración del Colegio de Arquitectos en la sociedad. La política de actividades culturales emprendida ha sido reconocida y muy valorada incluso en las estadísticas que elabora la Consejería de Cultura.

-He intentado hacer un plan de formación más o menos coherente, dedicado cada año a un destino. Primero fue China, después La India, Europa y ahora el Cádiz de Ultramar. Y el resultado ha sido bastante satisfactorio tanto en contenidos como en trascendencia social. Y al mismo nivel se ha consolidado un programa formativo específico para los profesionales.

-La defensa de la arquitectura contemporánea es otra de las bazas del COAC, como se mostró con la Escuela de Náutica. ¿Qué opina de otros edificios amenazados como la sede de Ibérica AGA en la Zona Franca?

-Siempre que haya calidad, respetamos la memoria del trabajo de los arquitectos. Y aunque cualquier edificio contemporáneo no tiene que ser bueno, cuando una obra merece ser reconocida el Colegio la defiende e Ibérica Aga es una obra que merece la pena atender.

-El COAC desarrolla comisiones de urbanismo para analizar los planes urbanos de la provincia. ¿Qué tiene que decir de planes como el de Cádiz o El Puerto que han dispuesto hasta de dos aprobaciones provisionales o el de Chiclana, declarado en parte ilegal?

-Precisamente estamos muy satisfechos por esta labor realizada en estos años. Estas comisiones de urbanismo se reúnen una vez al mes y analizan los últimos avances, los valora y presenta las alegaciones que considera oportunas. En el caso de El Puerto las alegaciones fueron muy amplias y algunas fueron atendidas. En Chiclana siempre hemos atacado la situación de parcelaciones ilegales, y más, desde un colectivo que no necesita de pactos para estar en un sillón.

-¿Estas comisiones pueden actuar de alguna forma como mecanismo de control contra los abusos urbanísticos cometidos?

-No somos policías, ni tenemos medios. Cuando llega una denuncia intentamos atenderla, pero le corresponde a la Administración .

-Su gestión al frente del Colegio ha coincidido con una gran debacle del sector y muchos arquitectos están en el paro. ¿Realmente se han activado medidas de ayudas desde el COAC?

-Si tengo que hacer un poco de autocrítica, quizás se podrían haber hecho más cosas. Pero nos ha costado mucho trabajo tan solo el hecho de no subir las cuotas. Probablemente no ha sido suficiente, pero arrastramos un lastre muy grande porque la estructura estaba sobredimensionada. Hemos intentado conseguir a través del Consorcio, la Junta o el propio Ayuntamiento subvenciones para ofrecer becas. También hemos llegado a un convenio con Diputación del plan Proteja para los más jóvenes.

-Como profesor de la Escuela de Arquitectura. ¿Cuáles son las expectativas de los futuros arquitectos?

-Son muy realistas con la situación y saben que una de las salidas inevitables es la externalización. Ya no se plantean irse a Alemania, sino a Nueva Zelanda. Saben que aquí las condiciones son precarias .

-¿Es optimista de cara a la pronta recuperación?

-La recuperación es inevitable, aunque tardará unos años, pero tenemos una capacidad altísima de reconversión. Dentro de la arquitectura hay muchos campos, el de las instalaciones, estructuras, seguridad y salud, docencia, diseño... y esto redunda en una mayor especialización.

-La Bienal Iberoamericana de Arquitectura o la edición de una guía y rutas de arquitectura del Doce son algunas de las principales apuestas de cara al Bicentenario. ¿Qué expectativas tiene?

-Estamos muy ilusionados con la Bienal y ahora trabajamos para buscar el lugar idóneo. Solo esperamos que sea el Castillo de San Sebastián, tal y como estaba previsto.

-¿Qué mensaje transmitiría a su sucesor?

-Que no rompa drásticamente con la dinámica de trabajo y de dinamización cultural emprendida. Que siga con la transformación y renovación del Colegio para adecuarse a las nuevas formas de ejercer la profesión, a la de todos aquellos arquitectos que simplemente subsisten y a la de los nuevos colegiados.

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