Cádiz

¿Quién gobernará la ciudad de Cádiz en 2023?

  • La enésima crisis interna del PSOE local pone más incertidumbre en unas elecciones en las que la presencia o no de José María González marcará al resto de los partidos

Pleno telemático en el Ayuntamiento de Cádiz.

Pleno telemático en el Ayuntamiento de Cádiz. / Jesús Marín

HAY que agradecer al PSOE gaditano sus esfuerzos por conseguir que la política local no sea aburrida y estemos siempre atentos a ver cuál va a ser su próximo movimiento. Así llevamos desde antes de que, en un movimiento estratégico que seguro se estudia en las facultades de Política, se cargasen a Carlos Díaz del cartel electoral para acabar vagando por un desierto cuyo fin no ven.

La abrupta salida de la portavoz del grupo municipal y de dos ediles más dejan abiertas muchas heridas que no se cerrarán por mucho cambio que se produzca en la dirección de la agrupación local. A la vuelta de la esquina están las elecciones locales, con todo lo que supone a la hora de buscar hueco en la candidatura y, sobre todo, por el premio gordo: encabezarla.

El tropezón socialista les llega, además, en el peor momento. Entramos ya en la recta final de este mandato corporativo, cuando todas las formaciones políticas comienzan a engrasar sus equipos electorales y cuando comienzan a definirse los candidatos o candidatas.

O no. Porque nunca se había iniciado un año preelectoral con tantas dudas entre los partidos. Y, entre ellas, la de Adelante Cádiz, la marca de José María González, el alcalde que desoja la margarita de si se presenta o no a un tercer mandato. Y esa decisión, tal vez ya tomada, es la que, evidentemente, va a marcar las decisiones que adopten el resto de los partidos en la búsqueda de sus carteles electorales.

Está claro que Kichi es un valor seguro para Adelante Cádiz, como lo era Carlos Díaz para el PSOE y Teófila Martínez para el PP. Si opta por no continuar, la formación de izquierda sabe que van a peligrar votos y más si no afina en el o la sustituta.

Pero hay más. La crisis de última hora del PSOE abre ahora una posibilidad de ocupar hueco en toda la izquierda y aprovechar las divergencias entre los socialistas. ¿Servirá eso para aclarar el futuro del actual alcalde?

José María González no ha querido participar en esta reflexión tras las preguntas de este diario y aclarar su futuro y, también, si la crisis del PSOE puede incidir en las elecciones de mayo de 2023. Deja en el aire, en todo caso, el impacto que esta situación va a tener en las próximas elecciones. En todo caso sí está claro, con los datos de las últimas elecciones y con las primeras encuestas que manejan de forma interna algunos partidos, que la unidad de la izquierda es importante para seguir gobernando.

Lo cierto es que hoy Adelante Cádiz puede estar a un paso de la mayoría, que no logró por poco en 2019, o tendrá que seguir gobernando en minoría, siempre que los escaños de un invierto PSOE sumen. La salida de Mara Rodríguez debería de abrir, a priori, una etapa de menores tensiones entre las dos formaciones de la izquierda, más allá de la propia disputa electoral.

La formación de Kichi sin duda apurará al máximo los plazos para presentar a su candidato. Cuando más tarde, más tensión sin duda habrá en las otras formaciones. No es lo mismo presentarse contra el actual alcalde, con más garantías de fracaso para el candidato opositor, que con otra alternativa de Adelante Cádiz que tendría que ganarse al electorado, más allá de la fuerza de la marca de la formación de izquierdas.

Incluso la posibilidad de una candidatura de ciudadanos independientes, sobre la que se habla periódicamente en la ciudad, será inviable con Kichi como cabeza de lista: nadie se mueve de su posible confort actual, tanto laboral como familiar, para acabar en los escaños de la oposición.

Otra cuestión será si el alcalde no repite. Aquí AC se juega la mayoría e, incluso, el propio gobierno ya que la jugada le puede salir tan mal como le pasó al PSOE en 1995 tras la abrupta salida de Carlos Díaz. Aunque no se quiera dar tiempo a los opositores, tampoco Adelante puede apurar mucho si necesita espacio para ‘vender’ a un candidato o candidata de nuevo cuño, salvo que sea ya una cara conocida por el ciudadano.

Frente a ello, desde el PP tampoco definen su candidato, alejado el sueño para unos del retorno triunfal de Teófila Martínez (que, recordemos, nunca perdió las elecciones municipales en Cádiz). Juancho Ortiz y Bruno García están siempre presentes en una terna de la que se es consciente que nunca saldrá nadie con el tirón que tuvo, e incluso podría tener aún hoy, Martínez.

A la ausencia de un nombre claro se le une la presión que el Partido Popular tiene desde Vox. La ultraderecha se quedó fuera del Ayuntamiento de Cádiz en las elecciones de 2019. Ahora, sin embargo, tienen la posibilidad de llegar a San Juan de Dios aunque sea con un número limitado de ediles, teniendo en cuenta que la formación resiste en las encuestas generales y autonómicas. Sería llamativo en una ciudad que históricamente ha votado de forma mayoritaria a fuerzas progresistas e incluso en la larga etapa del PP se votaba a Teófila Martínez, que dentro de los populares se ha movido siempre por los márgenes más centristas.

Junto a todo ello, tenemos por delante un año que puede marcar también el sentido del voto dentro de 16 meses. Si el dinero de Europa llega a tiempo y con las cantidades esperadas, el gobierno local (si no se lía en su gestión administrativa) puede afrontar con más tranquilidad los comicios, incluso si González decide no seguir, restando algo el lógico desgaste que habrá ido acumulando el gobierno local tras ocho años de mandato. Y sin olvidarse que su gran bolsa de voto está en zonas muy determinadas de la ciudad, que tiende ser más reacias a votar, y que puede reflexionar sobre si su calidad de vida ha mejorado o no en este tiempo.

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