Verano

El mal presagio del verano de levante de 2016, un ejemplo para la hostelería

  • El viento fue protagonista hace tres años, provocando una bajada de las ventas en el Paseo Marítimo

Una pareja descansa en un banco enfrente de uno de los chiringuitos de la playa de La Victoria.

Una pareja descansa en un banco enfrente de uno de los chiringuitos de la playa de La Victoria. / Julio González

El levante es enemigo de la hostelería y de la playa en verano. Con tantos días de viento, el mes de mayo se ha convertido en un mal augurio de lo que puede suceder en la época estival. El ejemplo lo tendremos en este fin de semana, en el que la ciudad está en alerta amarilla por esta circunstancia, lo que hará que baje el número de bañistas a pesar de las altas temperaturas que se esperan. Y es que nadie quiere acabar rebozado en arena, además de las molestias que ocasiona cada vez que salta una racha potente. 

Si se habla de levante, que es algo normal en la ciudad de Cádiz, a la mente se viene rápidamente el último verano que estuvo condicionado por la gran cantidad de días en los que predominó el levante. Este fue el del año 2016, que fue de infausto recuerdo para los hosteleros del Paseo Marítimo y los chiringuitos, los principales perjudicados por culpa de la levantera continua. En su momento, los propios empresarios manifestaron su pesar por las bajas ventas a pesar de estar la ciudad en plena temporada alta turística. 

Junto a esto, la constante presencia en los informativos de televisión de noticias en las que se hacía referencia al fuerte levante que soplaba en Cádiz provocó una mala imagen de la ciudad, un hecho que pudo ahuyentar a los turistas que tenían previsto venir a la capital gaditana para disfrutar de sus playas. 

Pero como no hay mal que por bien no venga, en ese verano de 2016 se registró un cambio de tendencia en el disfrute de la ciudad. Cuando lo normal es que el público esté en las playas durante el día, el levante hizo que se trasladase al centro para conocerlo y para disfrutar de su oferta de hostelería. Un movimiento del flujo de personas hacia otros lugares que permanecen más vacíos cuando hace calor. 

Con todo, y dentro de la normalidad que supone que en Cádiz haga levante en verano, los hosteleros del Paseo Marítimo, que en gran parte dependen del verano, cruzan los dedos para que no se repita la experiencia de 2016. 

Y como en Cádiz todo se toma a guasa, lo que pasó en el verano de 2016 tuvo reflejo en las tablas del Gran Teatro Falla en el COAC de 2017 con el cuarteto 'Lo que el viento se llevó', de José Manuel Cossi, Miguel Ángel Moreno y Ángel Gago. En él, se narraba la historia de una familia madrileña que decide pasar las vacaciones en Cádiz y se encuentra con un verano en el que el levante hace estragos en la ciudad, por lo que no pueden disfrutar de la playa. Un ejemplo de que a todo se le puede sacar punta, hasta al propio levante. 

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