Candidatura de Cádiz al Congreso de la Lengua

El precedente de Valladolid en 2001

  • La capital castellana ha sido hasta la fecha la única ciudad española que ha acogido un Congreso de la Lengua, con una candidatura que tuvo en Miguel Delibes su apuesta más segura

El escritor vallisoletano Miguel Delibes en una fotografía tomada en el año 2002.

El escritor vallisoletano Miguel Delibes en una fotografía tomada en el año 2002. / Efe

La decidida aspiración de Cádiz a ser, en el año 2025, sede del X Congreso Internacional de la Lengua Española convertiría a la capital gaditana en la segunda ciudad del país en albergar esta relevante cita con el idioma común. Hasta la fecha, pese a que ya se han celebrado ocho congresos –el noveno será en 2022 en Arequipa (Perú)–, en España solo Valladolid ha acogido este encuentro académico de alto nivel cultural y lingüístico. Fue, además, en el año 2001, en el segundo congreso. Pese a la evidente distancia temporal y pese a las diferencias geográficas e históricas de Cádiz con la capital castellana, nos acercamos desde estas líneas a lo que supuso aquella experiencia vallisoletana pulsando los recuerdos de quien entonces era concejal de Cultura de su Ayuntamiento, Alberto Gutiérrez, la persona que llevó la batuta municipal de aquella cita que otorgó un gran protagonismo, el que se merecía, al escritor Miguel Delibes.

Gutiérrez, en 2001 miembro del equipo de gobierno del Partido Popular y hoy concejal de la oposición, recuerda que aquel congreso, que sucedió al primero celebrado en 1997 en Zacatecas (México), fue “puramente académico”, pues aún el encuentro no había definido completamente su actual marco de celebración, que combina el ámbito del congreso en sí con actos paralelos y con atractivos cursos alternativos, una fórmula que empezó a aplicarse con éxito en el tercer congreso, el que tuvo como sede a la argentina ciudad de Rosario en el año 2004.

El congreso de Valladolid estuvo dedicado, rememora Alberto Gutiérrez, que también ha sido senador, a las nuevas tecnologías en la enseñanza del español: “Telefónica tuvo una participación bastante grande. Fue cuando se hizo la página en internet del Aula Virtual del Cervantes. Se le dio un impulso muy grande al tema de la enseñanza del español y las nuevas tecnologías. Fue fruto del congreso, no fue algo que repercutiera directamente en Valladolid, pero repercutió en favor del Cervantes”.

Para la capital castellana, además, el congreso se convirtió en “la más importante cumbre internacional” que se había realizado en la historia de la ciudad, con la presencia de los Reyes de España, del entonces príncipe Felipe y de la infanta Elena, además de la participación de los presidentes de Colombia, Argentina, México, Guinea Ecuatorial y de la vicepresidenta de Filipinas.

Valladolid aprovechó también algunas de sus instalaciones culturales recién remozadas por entonces, como el Patio Herreriano y el Teatro Calderón, para acoger algunos de los actos de aquel congreso con el que la capital castellana buscó, sobre todo, promocionarse de alguna manera en el ámbito de la enseñanza del español para extranjeros: “Para una ciudad como Valladolid, que lo que quería era posicionarse en la enseñanza del español para extranjeros, uno de sus principales problemas era la falta de conocimiento de la ciudad en el exterior. Lo normal es estudiar español en Barcelona, Madrid, Málaga, Salamanca... Así que sí sirvió para que Valladolid se fuera creando un nombre como una ciudad del español, en la que ha vivido Cervantes, con escritores importantes, como ciudad que pretendía hacerse hueco en ese campo”.

Pero el camino para que Valladolid se convirtiera en sede del segundo Congreso de la Lengua Española no fue fácil. Enfrente se encontró con Salamanca, la histórica, universitaria y patrimonial ciudad que, para colmo de coincidencias, pertenecía a la misma comunidad autónoma que Valladolid, un fraterno escollo que Cádiz parece haber superado con el apoyo expresado ya por la Mesa del Parlamento andaluz.

Con Víctor García de la Concha, muy vinculado a Salamanca y su universidad, al frente entonces de la Real Academia de la Lengua, organizador del congreso junto a un Instituto Cervantes que también dirigiría años después, Valladolid conformó su candidatura en torno a la poderosa figura literaria de Miguel Delibes, el espléndido novelista castellano que entonces, como recuerda el concejal Gutiérrez, ya empezaba a estar enfermo y a quien su ciudad natal y la propia Academia promovieron para ser candidato al Premio Nobel de Literatura, un galardón que no obtuvo sin que ello, desde luego, restara un ápice de relevancia a su rica producción novelística. Valladolid es cuna además. destaca el concejal pucelano, de escritores, nacidos en la ciudad o muy vinculados a ella, galardonados con el Premio Cervantes, como Jorge Guillén, Delibes, Umbral y Jiménez Lozano, y con Rosa Chacel a las puertas de lograrlo.

Veinte años después de la cita vallisoletana, que por ejemplo llenó el Teatro Calderón con capacidad para 1.000 personas, Alberto Gutiérrez admite que si volviera a organizar el congreso, trataría de “involucrar más a la ciudad, con la participación de librerías, centros educativos, que todo el mundo forme parte de esto, como en el modelo que se impuso tres años después en Rosario”.

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