En los próximos días, dentro del mes que ayer mismo comenzó, la ciudad tendrá las bases del primer contrato que firmará con una empresa para la prestación del servicio de transporte urbano. Hasta ahora se ha venido heredando un modelo de convenio vigente desde los años 50 del siglo pasado; pero el equipo de gobierno ha entendido que ha llegado la hora de poner fin a esta figura y adaptarse a la ley de contratos. Y para ello los técnicos municipales están ultimando el pliego de condiciones que regirá el concurso que próximamente será convocado y que se quiere tener listo antes de que finalice el año.

Este documento incorporará importantes novedades en el servicio de autobuses. El responsable de Transporte y Movilidad en el Ayuntamiento, Martín Vila, explica que el punto de partida ha sido la auditoría de la que precisamente ayer informaba este periódico, "que entre otras cosas nos dice que la ciudad lleva desde 2007 sin adquirir ningún vehículo". Así, el pliego de condiciones favorecerá la incorporación de una flota menos contaminante y que aspire "al máximo que permita la tecnología y el presupuesto"; el futuro a largo plazo será una flota 100% híbrida o 100% eléctrica. "Pero eso ahora es imposible", reconoce Vila.

También afectará ese nuevo pliego a los trazados y líneas actualmente establecidas. En este sentido, las principales novedades que apunta el concejal responsable es la fusión de dos líneas "que se entiende van de la mano" (aunque Vila no lo precisa se entiende que hace referencia a las líneas 3 y 5), la variación del trazado en la línea 7 en su trayecto hacia el casco histórico, o la circunvalación del casco histórico.

Los trazados, en líneas generales, se van a simplificar. Y esto unido a la renovación y mejora de los autobuses va a permitir mejorar la frecuencia de tránsito, que es otro de los objetivos que persigue el pliego. "El autobús es competitivo cuando mejora los índices de frecuencia, y eso se va a conseguir con más vehículos y una mejor velocidad comercial" (que la auditoria sitúa actualmente en los 13,03 kilómetros por hora). "El objetivo es que el autobús sea más rápido y barato que el coche privado", concluye Martín Vila.

Sí ha descartado el equipo de gobierno la posibilidad -planteada en su momento- de incorporar al servicio de transporte urbano microbuses que pudiesen circular con mayor maniobralidad para crear nuevos itinerarios; una medida que principalmente se pensó para el interior del casco histórico y que choca de lleno con la política del actual equipo de gobierno de lograr un casco menos cargado de tráfico y más peatonal.

La accesibilidad es otro apartado que se quiere mejorar en el nuevo contrato. Por ello, se exigirá una accesibilidad total no sólo en los vehículos -actualmente el 100% de la flota permite el acceso de discapacitados- sino también en las paradas. Paradas que en algunos casos sufrirán variaciones, para lo que se está oyendo a los representantes vecinales y sus propuestas para eliminar, añadir o trasladar algunas de las paradas actualmente establecidas.

Todo ello se hará con un pliego que incorporará posibilidad de cambios a lo largo del período que dure el contrato. "A veces los pliegos tienen unos corsés que impiden adaptarse a los cambios que se producen en la ciudad; por eso, incluiremos la obligación por parte de la adjudicataria de elaborar un plan director que defina los cambios que se necesitan cuando la ciudad vaya cambiando, por ejemplo con la puesta en marcha de la avenida transversal", explica el concejal. "Así evitamos un pliego estancado", añade.

Todas estas mejoras se conocerán en los próximos días, cuando además el equipo de gobierno quiere poner en marcha una comisión integrada por los distintos grupos municipales "para compartir con ellos el pliego y estar abiertos a las aportaciones que quieran hacer". Una vez acordado el documento final con la oposición, se elevará a pleno para su aprobación final, comenzando ahí un proceso que llevará en los próximos meses a la adjudicación final del que será el primer contrato del Ayuntamiento de Cádiz con una empresa para la prestación del servicio de transporte urbano.

Precisamente, Vila remarca que este hecho de no existir precedentes de contrato ni de pliego de condiciones de los autobuses ha sido un problema "porque no había de donde tirar". Y aclara que existe una cuestión básica: "los trabajadores determinados en la auditoría no van a sufrir ningún problema; serán subrogados en el pliego".

Con estos mimbres se presenta este documento que se está ultimando y del que el responsable de Transporte y Movilidad avisa que se trata del "eje del cambio de modelo" que este equipo de gobierno ha diseñado para la ciudad. "Vamos a invertir una pirámide que coronaba el vehículo privado, seguido del transporte, la bicicleta y el peatón por otra donde el peatón tenga la preferencia, luego primemos la bicicleta, el transporte público y por último el coche privado", adelanta Vila.