La calle Santa María se vio sobresaltada a primeras horas de la mañana de ayer por el fallecimiento por una parada cardiorrespiratoria de un vecino de la citada vía tras ser reducido por agentes de la Policía Nacional por haber intentado agredir a una persona con un destornillador.

El suceso tuvo lugar a las 6.40 horas de la mañana. En ese instante, un vecino de la Casa Lasquetty salía de la finca camino de su trabajo, cuando un hombre de unos 50 años, que también vivía en la citada finca, comenzó a amenazarlo de muerte y marchó detrás de él por la calle Santa María.

El vecino, al ver que estaba siendo perseguido por esta persona, llamó al 091 para denunciar que le estaba intentando clavar un destornillador. Así, prosiguió por las calles del barrio de Santa María en su huida del presunto agresor mientras que se mantenía en contacto con la Sala de la Policía Nacional telefónicamente.

Al lugar de los hechos acudieron indicativos de los Grupos de Atención al Ciudadano de la Policía Nacional, que encontraron al supuesto agresor a la altura de la calle Mirador. Este hombre se encontraba muy excitado y nervioso, llevando un destornillador en la mano.

Los cuatro efectivos que participaron en la intervención intentaron que este hombre se calmara y depusiera en su actitud. Sin embargo, la respuesta fue la contraria y empezó a amenazar de muerte a los agentes.

Los efectivos de la Policía Nacional procedieron a reducir a esta persona, que mostró una fuerte resistencia. Durante el forcejeo, que llegó hasta la iglesia de Santa María, uno de los agentes cayó al suelo y sufrió una luxación en el hombro, mientras que otro recibió un golpe en la mandíbula y un tercero tuvo una luxación en un dedo de la mano y en la muñeca.

Además, en su intento de repeler la intervención policial, este hombre le dio tres pinchazos con el destornillador entre el pecho y el tórax al cuarto de los agentes. Sin embargo, el policía nacional no sufrió ninguna herida al portar un chaleco antibalas, que evitó que las punzadas pudieran llegar al corazón o a los pulmones, salvándole la vida.

Ante unos presuntos delitos de intento de homicidio, amenazas graves de muerte y resistencia a la autoridad, los efectivos de la Policía Nacional consiguieron reducirlo delante de la iglesia de Santa María. En ese momento, el hombre perdió el conocimiento y entró en parada cardiorrespiratoria. En un primer instante, fueron los propios policías los que realizaron las primeras maniobras de reanimación sin que reaccionara. Posteriormente, llegaron los sanitarios del 061 para atenderlo en el lugar, falleciendo el presunto agresor en el acto.

El hombre fallecido tenía antecedentes de problemas de salud mental y las primeras pesquisas apuntan a que su actuación se pudiera deber al haber sufrido un brote de esquizofrenia. Esta persona, según el relato de los vecinos, llevaba unos cuatro meses viviendo en la Casa Lasquetty y ya había tenido problemas anteriormente con el vecindario.

Tras el suceso, se personaron en Santa María efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), la Brigada Provincial de la Policía Judicial y la Comisión Judicial, procediéndose al levantamiento del cadáver. Se está a la espera del resultado de las pruebas forenses para determinar las causas del fallecimiento.