No avanza. El hotel de cinco estrellas proyectado en la Casa del Almirante, en pleno corazón del barrio del Pópulo, está estancado desde hace meses, sus puertas permanecen cerradas a cal y canto y la falta de actividad hace preguntarse en voz alta a los vecinos si llegará a estar terminado para los fastos del Doce.

Hace unos meses, el promotor del proyecto, el arquitecto Honorio Aguilar, aseguraba que actualmente el porcentaje de ejecución de la obra era muy alto y que sólo faltaban los trabajos de carpintería y de revestimiento interior para dar un acelerón final a un edificio complejo. Sin embargo, fuentes bien informadas han comentado a este diario que actualmente se han agotado los fondos para continuar con los trabajos y que mientras que las instituciones implicadas no aporten más subvenciones el hotel continuará en vía muerta.

La Casa del Almirante, que ostenta la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2005, debe convertirse en un establecimiento hotelero de 20 habitaciones que aspiraba a ser el primer cinco estrellas de la capital después de que el proyecto de Valcárcel se fuera al traste por la renuncia de Zaragoza Urbana. Ahora, como si se tratara de una maldición, el Pópulo también ve peligrar su hotel de lujo en un inmueble con unas características muy especiales, ya que su esqueleto está levantado sobre dos niveles diferentes. El promotor ha tenido que sortear muchos problemas con la construcción pero cuando parecía que lo más difícil había pasado estalló la crisis económica y la burbuja inmobiliaria se desinfló. El objetivo de abrir en primavera de 2011 se ha quedado en un simple sueño.