A simple vista, era un día más en la temporada de cruceros en el puerto de Cádiz. Cuatro embarcaciones atracadas a primera hora de la mañana en una parada dentro del habitual recorrido de los cruceristas que se contaban por miles. De hecho, no era ni por asomo el día que más escalas o más turistas recibía por mar la ciudad. Pero para Cádiz, y para el futuro del puerto, lo ocurrido ayer en el muelle era mucho más. La elección de este puerto como sede de la conmemoración del 170 aniversario de la naviera noruega Fred Olsen se vio como una oportunidad para situar el destino Cádiz dentro del panorama crucerístico internacional, en esa apuesta por incrementar la actividad náutico turística en la ciudad y convertirse en puerto base para el futuro.

La relevancia que para la ciudad tenía la visita de la compañía Fred Olsen quedó testimoniada por la presencia en el acto oficial de celebración de esos 170 años de los principales representantes de las administraciones públicas. En el muelle Alfonso XII se dieron cita el alcalde de la ciudad, José María González, acompañado además de los concejales David Navarro y Laura Jiménez; la presidenta de la Diputación, Irene García; el delegado del gobierno de Andalucía en la provincia, Juan Luis Belizón; y el presidente de la Autoridad Portuaria, José Luis Blanco. Todos ellos, de un modo u otro, ejercieron ayer de promotores turísticos ante los responsables de Fred Olsen, los capitanes de los cuatro cruceros de la compañía que atracaron en la ciudad y algunos pasajeros que asistieron al acto oficial.

Belizón puso de relieve el trabajo conjunto que las administraciones están realizando "para que el puerto sea base de cruceros y para la integración del puerto y la ciudad que permita que los viajeros disfruten de la ciudad y los gaditanos de su puerto". Y es en el primero de estos objetivos donde los representantes políticos ponían ayer la atención. Por eso el acto de la naviera noruega despertó tanto el interés de la ciudad.

El alcalde hizo de embajador gaditano ante las decenas de cruceristas congregadas en el muelle para destacar que Cádiz "siempre ha sido una ciudad abierta con una estrecha vinculación con el mar y con los navegantes, que han venido y han partido desde aquí a todos los lugares del mundo", convirtiendo así su puerto en "escala obligada de travesías a lo largo de sus más de tres mil años de historia". "Más allá de su clima, sus playas, el patrimonio o la gastronomía, el verdadero atractivo que tiene la ciudad es su gente", reivindicó José María González (que se ayudó de un traductor para asegurar que el mensaje llegaba a los turistas allí presentes) que también defendió el trabajo institucional "para que Cádiz se haga un hueco en el mapa crucerístico mundial".

"Deseo que conozcáis una magnífica ciudad, irrepetible, que os hará vivir momentos únicos", lanzaba Irene García poniendo de relieve "la apuesta del comercio y de las empresas de ámbito turístico" para que estos turistas no experimenten "el crucero de vuestra vida, sino el destino de vuestra vida". Efectivamente, al igual que las instituciones públicas el comercio local también se volcó ayer con la llegada de los cuatro cruceros de Fred Olsen, programando diversas actividades en las calles y plazas. ¿Una primera piedra también para futuros recibimientos a cruceristas en aquellas jornadas donde coincidan varios cruceros en el muelle?

El 170 aniversario de Fred Olsen culminó con una celebración en pleno puerto gaditano, además de una espectacular parada naval con los cuatro barcos de la compañía bajo el puente de la Constitución de 1812. "Hemos elegido Cádiz por ser un puerto significativo y muy cómodo para el pasajero. Volveremos a vernos mucho más de visita", afirmaba el director general de Fred Olsen Cruise Lines, Mike Rodwell, certificando así una relación entre la compañía y la ciudad que acumula ya veinte años y que han servido para que esta empresa noruega haya celebrado en Cádiz su 170 cumpleaños.