La empresa municipal de vivienda, Procasa, no ha conseguido enajenar dos locales que posee en propiedad en el barrio de Astilleros. En concreto, se trata de dos espacios situados en planta baja en la avenida de Las Cortes, frente al centro comercial, que salieron a subasta pública sin que se haya presentado oferta alguna por ellos.

La subasta se hacía por separado de cada local, o bien mediante oferta del lote de los dos locales, cuya superficie era de 152 metros cuadrados, superando los 1.100 euros el metro cuadrado hasta alcanzar un precio mínimo de salida de 174.040 y 180.501 euros.

El pliego que regía la subasta determinaba que los dos locales, que son contiguos (junto a la sede de Asisa en la capital, por un lado, y a una clínica de estética que hace esquina con la calle Emilio Castelar por el otro), se enajenaban “sin terminaciones interiores, por lo que las obras que se pretendan realizar serán por cuenta del adquirente y bajo su responsabilidad y de acuerdo con la normativa vigente, previa solicitud de las autorizaciones, licencias municipales o permisos oficiales legalmente exigidos, cuya obtención es responsabilidad exclusiva del adjudicatario”. Además, se especificaba que el adjudicatario de los locales tendrían también que asumir “la insonorización del local y la adopción del resto de medidas correctoras, garantizando en particular los niveles de aislamiento sonoro exigidos en la normativa vigente al respecto”.

Con esta ausencia de ofertas a la subasta, pierde Procasa el ingreso de un mínimo de 354.541 euros que esperaba recibir por el proceso de enajenación anunciado y ya culminado (el pasado 1 de julio, cuando la mesa de contratación constató la ausencia de ofertas y determinó la clausura de subasta con la declaración de desierta).

Mejor suerte corrió el proceso iniciado anteriormente con otros dos locales, en este caso del casco histórico (en la plaza de la Merced y en la calle Sopranis) que salieron a subasta para alquiler de cinco años con opción a compra y que fueron adjudicados en junio a las cofradías de Sentencia y Sagrada Cena, respectivamente.