La caída del empleo en la construcción va a un ritmo insospechado hace sólo medio año. Las tres últimas Encuestas de Población Activa (EPA) han marcado nuevas escaladas en la desocupación de este sector, y un lastre para la de por sí débil situación laboral gaditana. La última oleada correspondiente al primer semestre refleja una nueva subida del paro provincial de ocho décimas, con lo que la tasa se sitúa en el 18,4%, un nivel desconocido desde 2005, que equivale a que 98.700 personas que pueden y quieren no encuentran un trabajo.

Podría decirse que Cádiz ha desandado de un plumazo todo lo recorrido en los últimos tres años, en los que el desempleo se rebajó hasta un índice de ensueño del 13,4% -en la primavera del año pasado-. Hoy, menos de un año después y a la espera de las contrataciones de temporada alta, la tasa es cinco puntos superior y con ella Cádiz vuelve a la cola del país marcando un "hat-trick": máximo general, femenino y ahora también masculino.

Una vez más, la construcción volvió a describir la mayor línea alcista. Si a finales de 2007 había un 17,8% de parados, hoy los obreros sin trabajo representan ya el 22,6%, uno de cada cinco. Es una cota desconocida también entre los principales motores económicos de la provincia. Sólo se da en la agricultura, aunque proporcionalmente su impacto en el potencial laboral gaditano es mínimo ya que aunque la tasa de desempleo se ha disparado también al 27,3%, el total de parados en el campo es de sólo 5.800.

La cara amable de esta última EPA la ha puesto la industria, el sector clave llamado a impulsar la inversión, la actividad y también el empleo en Cádiz. Tras la "eliminación" de los desocupados de Delphi de las estadísticas al considerarlos personal inmerso en cursos de FPO -formación vinculada a un puesto de trabajo-, la industria sólo registra 4.700 parados y una tasa moderada del 9,2%.

Finalmente, el análisis de los servicios debe hacerse relacionado con la construcción. Hostelería y comercio hicieron contrataciones para la Semana Santa y la Motorada, pero sólo se tradujeron en una reducción del paro de sólo tres décimas. Muy probablemente esta mínima mejoría se debió a que estas actividades están recibiendo el excedente laboral procedente del mundo del ladrillo.

La evolución por sexos no ofrece grandes sorpresas y son los hombres los que, como era previsible, están sufriendo con más virulencia los achaques de la construcción. Su nivel de desocupación ha superado ya el 15%, hasta el extremo de que parece histórica la bondadosa referencia del 9,4% pese a que hace sólo nueve meses que se alcanzó.

El femenino, en cambio, se mantuvo inamovible en el 23,1%, pero no se logra mejorar el nivel de actividad de esta población, que es el más bajo de España con sólo 42 trabajadoras activas por cada 100 mujeres.

A nivel nacional, la desaceleración se ha demostrado que no llega por igual a todas las regiones, ya que algunas como el País Vasco, que se resisten a la crisis invasora y mantienen una situación de pleno empleo técnico. Pero Andalucía no es una de ellas. Más de 400 personas se apuntaron al día a las listas del desempleo andaluzas en el primer trimestre de 2008.

La tasa de paro volvió a repuntar en la Comunidad ocho décimas hasta el 14,8%, sumando 37.500 nuevos desempleados. Con todo, la cifra no es tan nefasta como la del último cuarto de 2007, cuando Andalucía aportó dos tercios del desempleo nacional. En esta ocasión, la participación andaluza en el cómputo global se reduce a la mitad, y sólo suma el 18% de los 246.000 nuevos parados registrados en España. Además, puede presumir de la creación de 3.100 nuevos empleos, que no fueron suficientes para absorber un fuerte incremento de la población activa de más 137.000 personas.

Estos datos no significan que Andalucía tenga motivos para enorgullecerse, sino que es la tuerta de un reino de ciegos. España acaba de sufrir el mayor repunte de la tasa de paro de los últimos 15 años, que ha pasado en un solo trimestre del 8,60 al 9,63%. No pueden decir lo mismo comunidades como Cataluña o Madrid, donde ya hay menos empleos que en el último trimestre de 2007.

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