La elaboración del nuevo contrato del servicio de autobús urbano en la ciudad coincide con un proceso de transformación del modelo de comunicación interna vigente desde hace décadas en Cádiz.

El estudio para la creación de una línea circular por el casco antiguo, utilizando un microbús, es uno de los cambios que se plantea (y que ya fue estudiado en tiempos del gobierno del socialista Carlos Díaz). Pero la cuestión va más allá. El nuevo contrato irá parejo con el inicio del plan de ampliación de la red de carriles para bicicletas por toda la ciudad, lo que va a implicar algunas actuaciones puntuales en la red viaria para compatibilizar el paso de coches y autobuses con la de las propias bicicletas.

A la vez, se supone que a medio plazo se definirá el paso del tren metropolitano por el casco antiguo de la ciudad, en clara competencia con el autobús urbano.

Y junto a todo ello, hay que tener en cuenta que si se cumple lo previsto en el Plan de Movilidad elaborado por el propio Ayuntamiento, el objetivo es reducir el impacto del vehículo privado en la red viaria en favor del transporte público.

Lo cierto es que en Cádiz hay un elevado grado de utilización del autobús como forma de transporte. Cada año viajan en sus líneas unas doce millones de personas, una cifra que se mantiene estable, con ligeras variaciones, a pesar de la pérdida anual de población.

En 2007 terminó la primera fase de renovación de la flota, que ahora tendrá que reiniciarse de nuevo. En estos años se han introducido notables mejoras. En los vehículos se han instalados pantallas informativas a la vez que se comunica a los usuarios el nombre de cada parada; igualmente se ha renovado el modelo de tarjeta de viaje. En las paradas se ha ampliado la información incluso indicando el horario de paso de cada autobús, que también se puede consultar por internet.