Educación

El nuevo Bachillerato: faltan recursos y tiempo

  • Profesores y directoras de institutos valoran positivamente las nuevas enseñanzas aprobadas por el Gobierno, aunque recelan de su implantación el próximo septiembre

Un aula del IES Columela en la capital gaditana.

Un aula del IES Columela en la capital gaditana. / Julio González

Aprobado por el Consejo de Ministros el Real Decreto que ordenará las enseñanzas de Bachillerato, y con el que finaliza el desarrollo de la nueva Ley educativa (Lomloe), toca conocer la opinión de los docentes, de quienes van a tener que afrontar tantos y tan importantes cambios ya desde el próximo curso, aunque empezando por el primer curso. Luego, la Junta de Andalucía, que tiene las competencias educativas, deberá completar los documentos elaborados por el Ministerio de Educación y aprobar sus propios decretos.

Nicolás Jimeno, profesor de Lengua y Literatura IES Fernando Aguilar Quignon, ve “un poco precipitada” la implantación de los cambios para el curso que viene, pues todavía deben cerrar sus currículos las comunidades autónomas. Pero sus impresiones generales “son buenas”, aunque con la cautela propia de quien, por su experiencia, ha visto pasar por delante más de una reforma educativa. Valora de forma positiva la ampliación a cinco modalidades de Bachillerato. “Está bien que se separe el de Artes, más diversificado ahora, y el nuevo Bachillerato general valdrá para todos aquellos alumnos que no tienen claro qué hacer en el futuro y que no quieren ser ni físicos ni lingüistas, por mostrar dos extremos de ciencias y letras. Les puede abrir otras puertas o acceder a otros grados”, estima. Ve un problema: “No todos los institutos van a poder ofrecer las cinco modalidades previstas por falta de infraestructuras o de profesorado”.

Al respecto, Coral González, directora del IES Columela, indica que el Bachillerato general “será más flexible y los alumnos podrán organizarse”. A su juicio “se trata de una apuesta interesante ya que muchos estudiantes con 16 años no tienen clara su orientación profesional ni una vocación específica, ni una madurez como para elegir, y este Bachillerato puede ayudarles a encontrar el camino”. La duda de González radica en conocer “dónde y cómo se va a implantar, puesto que en el proceso de admisión para el curso que viene que estamos llevado a cabo no se recoge este Bachillerato y va a ser difícil implantarlo en septiembre cuando todavía ni siquiera se ha ofertado al alumnado. Veo poco margen de maniobra y harían falta muchos más recursos”.

“Me parece que implantar esto desde el próximo septiembre es una falta de consideración para los equipos directivos. Y es tarde para planificar cuando ya las familias de los alumnos que entrarán en Bachillerato y de los alumnos que acabarán 2º el año que viene ya han sido informadas de los estudios, los que existen hasta el momento. El deseo es que esta reforma dure en el tiempo y no la cambien a los años, por lo que sea o porque cambie el Gobierno”, expone Carmen Ramos, directora del IES Rafael Alberti.

Como docente en Humanidades Jimeno considera un logro que la Filosofía gane peso al pasar de una asignatura obligatoria (en primero) y una optativa (en segundo), a dos materias obligatorias (una en cada curso). Asimismo, en cuanto al nuevo enfoque, denominado competencial, donde los alumnos, en lugar de repetir contenidos en un examen sean capaces de aplicar los conocimientos adquiridos y de relacionarlos entre sí, Jimeno considera que “memorizar y repetir el temario de manera mecánica desmotiva al alumno y esta nueva manera, en teoría, está muy bien, pero hay que saber utilizar esas herramientas. Además, hay que contar con que cada comunidad autónoma tendrá su propio sesgo ideológico”. Reconoce ser “de la antigua escuela”, pero entiende que los alumnos “no tienen porqué aprenderse de memoria todas las obras de Quevedo, que al fin y al cabo están a un click en cualquier dispositivo. Es más interesante que puedan ubicar esas obras en su contexto y entenderlas”.

Coral González entiende que “es importante tener conocimientos básicos, pero la sociedad está completamente digitalizada y los alumnos deben ser competentes para tener soluciones a los problemas, gestionar esa teoría y luego aplicarla”. Y es que “objetivos, proyectos, retos, todo será más flexible”. Porque “si hace años el conocimiento que impartía el profesor era único e incuestionable, hoy no es así, y el alumno completa ese conocimiento a través de internet”.

Apunta también Nicolás Jimeno que “si se deja el temario muy abierto, con cada instituto aplicándolo a su manera, se corre el riesgo de no unificarse los contenidos de cara a la Selectividad”.

En relación a obtener el título de Bachillerato aun teniendo una asignatura pendiente, siempre que el alumno haya alcanzado objetivos o que haya asistido a clases, Nicolás Jimeno recuerda que “siendo realistas siempre se ha tenido consideración con estudiantes a los que se les ha atascado una asignatura”. En este sentido, Coral González estima que “se quiere evitar el absentismo y ayudar, con ese aprobado, a ese alumno que lo ha intentado, que ha trabajado, que ha querido llegar a conseguir el objetivo pero no lo ha conseguido”.

Para Fran González, jefe del Departamento de Geografía e Historia del IES San Severiano, los cambios pueden ser “positivos” pues “van a implicar al alumnado en el siglo XXI, en el desarrollo de su conciencia cívica, en la coeducación, los valores democráticos...”. Eso sí, “para implementar todo esto necesitamos mucho apoyo y requiere de un cambio en la docencia. Y dotar de recursos a los institutos, invirtiendo en formación de profesores”.

Uno de los cambios más controvertidos afectan a los contenidos que se impartirán en Historia de España de 2º, pues solo se centrarán en la etapa contemporánea, desde 1812, cuando hasta ahora se estudiaba desde la prehistoria a la actualidad. Sobre este asunto destaca González que “faltaba tiempo para tratar en un solo curso de la prehistoria hasta nuestros días, cuando luego en la PevAU casi siempre caen temas de 1812 en adelante”. Carmen Ramos concluye afirmando que la Historia solo contemporánea en 2º ya existió. Si no recuerdo mal así era antes de la reforma anterior. Es mejor un conocimiento más profundo de una etapa, teniendo a la fuerza conceptos claros de la historia anterior, que una asignatura tan densa como teníamos hasta ahora, teniendo en cuenta que en la ESO se han ido abordando los distintos periodos de la historia de España”.

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