El puerto de Cádiz se llevó meses, sobre todo a lo largo del año pasado con altibajos en los que si bajaban los contenedores, la pérdida se compensaba con los tráficos de Cabezuela, o si se registraba algún descenso en el roro con Canarias, éste se compensaba con un aumento de contenedores.

Pero la estabilidad es lo que está convirtiendo al puerto de Cádiz en un Muelle en el que creen los clientes y las navieras.

La reciente llegada de Boluda, que llegó de la mano de un gran cliente como es Mercadona, o la recuperación de la naviera CMA-CGM, en cuyo seno se encuentra la histórica OPDR que tantos buenos momentos brindó en épocas pasadas al puerto deCádiz han dejado un semestre histórico para el puerto de Cádiz en un momento en el que lo normal es descender por culpa de la congelación del mundo por culpa del covid.

En esta ocasión, el puerto gaditano parece dispuesto a llevarle la contraria al resto de puertos de referencia del sistema estatal y ha registrado un crecimiento del 15,40% en el primer semestre del año respecto al mismo periodo de 2019 y alcanza 2,1 millones de toneladas de mercancías, a pesar del descenso generalizado de actividad como consecuencia de la crisis ocasionada por el Covid-19, que sí ha provocado una bajada media del sistema del 10% a nivel estatal.

Pese a la excepcional situación vivida en los últimos meses, el puerto de la Bahía de Cádiz ha logrado incrementar el volumen de actividad, aprovechando nuevas oportunidades de negocio, gracias al trabajo realizado por las empresas y servicios del sector y también por todo el personal de la propia Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, según estima la APBC en una nota.

Destaca el comportamiento de la mercancía general, que acumula un aumento del 13% hasta junio, con 673.195 toneladas y un crecimiento mensual del 56%, que es precisamente un tipo de tráfico que genera mucha riqueza y puestos de trabajo. Las frutas, hortalizas y legumbres, con 161.254 toneladas, lideran este grupo.

Asimismo, los graneles líquidos mantienen la tendencia alcista, con un incremento acumulado en los seis primeros meses del año del 36,17 % y 851.820 toneladas, pero, por suerte, estas cifras no sorprenden ya porque este tráfico ha adquirido una gran estabilidad en positivo.

Los graneles sólidos, por su parte, mantienen prácticamente el mismo volumen de actividad que en junio de 2019, que no es poco, con un -0,47 por ciento de diferencia y 592.014 toneladas, aunque se espera que los movimientos aumenten en La Cabezuela en los próximos días, ya que muchos granos han permanecido almacenados a merced de los precios del mercado.

Según el modo de transporte, el tráfico roro, es decir el tráfico conCanarias, anota un descenso del 8,13%, con 393.044 toneladas movidas hasta junio. Armas Trasmediterránea mantiene sólo dos líneas con Canarias pero es cierto que hace lo s viajes a tope de mercancía y pasajeros.

En este aspecto los meses de verano coincidirán con la entrada del Ciudad de Valencia, que Armas tendrá la deferencia de estrenar en Cádiz. Este buque, que vendrá a sustituir al Ciudad de Palma, al menos mientras no se reponga el Volcán de Teneguía, aumenta en un 30% la capacidad de carga del puerto deCádiz en su línea con Canarias.

Por otra parte, el contenedor (lolo) crece un 118% en toneladas (229.176) y un 38% en teus (22.290). Esto quiere decir que gracias a MSC, Boluda y CMACGM se están moviendo más contenedores y éstos, además, van mucho más cargados, de ahí ese aumento de las toneladas que mueven los portacontenedores que escalan en los cantiles de Concasa.

La pesca fresca, por su parte, ve reducido su volumen en un 15%, con 6.095 toneladas de pescado fresco, que alcanzó un valor de venta de 20,20 millones de euros, lo que supone una bajada del 5,36% a junio de 2019.

Finalmente, el tráfico de cruceros se ha visto reducido un 83,92% en el número de escalas, con 23 buques contabilizados hasta junio, mientras que el número de pasajeros se ha reducido un 80%, llegando a los 40.652. El puerto de Cádiz está ya preparado para anotar esa merma en los ingresos por culpa de la pérdida de estos cruceros, ya que se calcula que la estancia de un buque atracado en Cádiz durante un día puede dejarle al puerto de Cádiz unos 50.000 euros, sin dejar de lado la pérdida de beneficios que supone para el resto de operadores portuarios y, cómo no, para la propia ciudad que hace tiempo que dejó de ver por sus calles a los inconfundibles cruceristas.

Como se sabe, esta bajada es consecuencia de la prohibición de atracar este tipo de embarcaciones por la alerta sanitaria del covid.

La Autoridad Portuaria seguirá trabajando con la comunidad y servicios portuarios para mantener este nivel de crecimiento y recuperar los tráficos perdidos como consecuencia de la crisis sanitaria, mientras que se abren nuevos horizontes a medio plazo, como el acceso ferroviario a La Cabezuela-Puerto Real y la puesta en servicio de la Nueva Terminal de Contenedores, que originarán nuevas oportunidades de negocio.De hecho, Puertos del Estado estudia una serie de protocolos de actuación y de requerimientos en cuanto a instalaciones para cuando la normalidad retorne a los puertos españoles y los cruceros vuelvan a medida que se levanten las barreras y se recuperen los atraques de los grandes buques de las navieras internacionales.