El equipo de Gobierno sacó ayer adelante su propuesta para la aprobación del Protocolo General de actuación entre el Ayuntamiento de Cádiz y la Universidad de Cádiz en el que se incluye la cesión del Campo de las Balas y de parte de las dependencias de la pérgola de Santa Bárbara, y el uso compartido del Teatro José María Pemán, quedando fuera momentáneamente la instalación del Rectorado de la UCA en el Centro Cultural Reina Sofía.

El interés, como suele ser habitual, volvió a centrarse en el inicio de otra sesión interminable. Y como también no para de repetirse en casi todas las convocatorias, el debate se tuvo que interrumpir durante unos minutos al irrumpir tres mujeres para protestar sobre su situación, teniendo que ser desalojadas por la Policía Local tras caer al suelo una de ellas después de encararse con la concejala de Asuntos Sociales, Ana Fernández.

En lo relevante, la declaración de intenciones del Ayuntamiento sobre los espacios que usará la UCA se acordó con la única abstención del PP. Esto motivó que parte de las intervenciones giraran alrededor de la postura de los populares. Tal fue el descontento que el propio alcalde, José María González Santos, tomó la palabra para afearle su posición.

El regidor municipal animó al PP a que "recapacite su perspectiva" y considerara "apoyar un proyecto bueno para la ciudad". González Santos afirmó que "se ha demostrado con creces que consideran que Cádiz es de su propiedad", por lo que "no están de acuerdo" cuando "se modifica algo que consideran que es suyo".

Ante las denuncias por parte de este partido sobre que se da un cambalache de espacios con este protocolo y que existe oscuridad en su redacción, el alcalde aseguró que lo que hay en el convenio entre Ayuntamiento y UCA es "un proyecto firme y rotundo para el futuro" de la capital.

Anteriormente, Martín Vila resaltó que este protocolo es "el punto de partida para unos acuerdos muy beneficiosos para la ciudad". De esta forma, "se cicatrizan heridas abiertas" por proyectos fallidos como la pérgola de Santa Bárbara y el Teatro Pemán.

Juan José Ortiz ejerció ya de pleno derecho su papel como portavoz del Grupo Municipal Popular para repartir golpes al equipo de Gobierno y al PSOE. Parte de sus intervenciones se centraron en lo que hay "oculto" en este convenio. De hecho, mostró su desconfianza en Martín Vila en relación a la gestión de este proyecto y aseveró que ésta también existe entre Podemos y Ganemos al señalar que Vila y Eva Tubío "no tenían ni idea de ese convenio entre comillas oculto", además de remarcar que también "se le ocultan datos" al rector de la UCA, Eduardo González Mazo.

Ortiz defendió, al igual que en la enmienda de adición que presentó el PP y que se aprobó por unanimidad, el mantenimiento del uso hotelero en la pastilla del Campo de las Balas. En relación al PSOE, Ortiz le recriminó que la operación entre Diputación y Zaragoza Urbana sobre el edificio de Valcárcel se ha realizado "con nocturnidad y alevosía" al venderse un inmueble "con un uso distinto al del PGOU y que obligó al Ayuntamiento a cambiarlo", además del posterior proceso de reversión.

Precisamente, González defendió que este protocolo y el futuro convenio "vienen a reforzar el planteamiento defendido desde el PSOE" del cinturón universitario. El edil socialista pidió al equipo de Gobierno "celeridad" para contar cuanto antes con el documento definitivo con la UCA para dar cabida a todo este proyecto que servirá para "el fortalecimiento" de la institución universitaria.