Desde que se puso en marcha el Plan de Rehabilitación uno de los grandes problemas con los que se ha ido encontrando la Junta era la localización de viviendas de realojo para el traslado de los vecinos afectados por las operaciones a ejecutar en el casco antiguo.

Desde 1999 la Oficina ha invertido 6,5 millones de euros en pisos de alquileres. En los meses más álgidos del Plan se llegaron a tener alquiladas decenas de viviendas, agotando casi de forma total el mercado inmobiliario de la ciudad. Hoy, tras la construcción de bloques destinados a realojos, con una inversión superior a los 22 millones de euros, y el importante descenso en las obras en intramuros, apenas hay diez familias realojadas en pisos de titularidad privada (con un coste mensual entre 400 y 500 euros), que se unen a las 271 viviendas propias gestionadas por la Junta.

Lo cierto es que en estos años, la Oficina de Rehabilitación ha destinado una elevada cantidad de dinero, 12,5 millones de euros, para obras ajenas a la recuperación del parque de la vivienda aunque sí relacionadas con la revitalización del casco antiguo. Aquí se incluyen las viviendas universitarias en el antiguo Cine Caleta (18 pisos); la reforma integral de la Casa Fragela, como centro de mayores (70 plazas); el nuevo centro de salud de la Merced; el centro de interpretación del Teatro Romano (que aunque ya está terminado aún no se ha abierto al público por parte de la Consejería de Cultura) y el Oratorio de San Felipe Neri.

Este último proyecto ha sido uno de los más espectaculares y, a la vez, uno de los más polémicos pues quienes entonces estaban al frente de la Oficina consideraron que el dinero destinado, más de 7 millones de euros, debía destinarse a obras en las viviendas cuando ya entonces el presupuesto comenzaba a menguar. En todo caso, esta rehabilitación ha obtenido premios nacionales en lo que se refiere a su arquitectura.

Está pendiente la colaboración de la Consejería con la Universidad de Cádiz para la rehabilitación del Colegio Mayor Beato Diego de Cádiz. Este proyecto está congelado desde hace años debido al elevado coste del presupuesto inicial. Ahora se están buscando alternativas para poder sacar adelante esta obra.

Lo cierto es que la filosofía inicial de la Consejería, cuando puso en marcha el Plan, era la de extender los efectos de la rehabilitación de las viviendas a otros factores del desarrollo de la ciudad. Concepción Gutiérrez, durante su etapa al frente de la Consejería de Obras Públicas, llegó a plantear la conversión del barrio de Santa María en un barrio de libreros, con la apertura de pequeñas tiendas especializadas. Apoyando a esta propuesta, la Oficina puso en marcha un plan paralelo para la rehabilitación de locales comerciales que apenas tuvo respuesta entre este colectivo.

La paralización de buena parte del Plan de Rehabilitación debido a los recortes presupuestarios ha provocado la queja de varias de las asociaciones de vecinos del casco antiguo más activas y que denuncian la existencia aún de edificios en mal estado.