Era la primera vez que la Universidad de Cádiz y el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI·Mar) participaban en el Campus Científico de Verano y la experiencia no ha podido ser más positiva. Esta iniciativa, impulsada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología y el Ministerio de Educación, con el apoyo de la Obra Social de "la Caixa", ha cumplido su séptima edición a nivel nacional con el objetivo de despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes.

Algunos de los estudiantes que esta semana tomaban muestras y las analizaban en el taller de 'Biodiversidad marina de nuestras costas', que tenía como escenario el Laboratorio de Investigación Marina (Labimar), ya lo tenían claro. "Quiero estudiar Biología", decía Javier López, un alumno de 1º de Bachillerato de Alicante, al igual que su compañera madrileña Sandra López, también estudiante de 1º de Bachillerato, quien afirmaba que "no tenía claro qué carrera escoger, pero creo que va a ser Biología".

En este espacio de investigación que la UCA tiene en el Castillo de San Sebastián, los jóvenes han realizado un muestreo de invertebrados marinos, plancton y algas, los han analizado a través del microscopio, han extraído los pigmentos fotosintéticos y han hecho salidas a la playa de La Caleta y a la marisma de Santibañez.

No ha sido el único taller, ya que se han puesto en marcha durante este mes de julio otros titulados 'Conoce las salinas: de lo micro a la macro', en las salinas gaditanas; 'Introducción a la Investigación Oceanográfica', a bordo del buque UCADIZ, y 'La Acuicultura y su entorno', en los Servicios Centrales de Investigación en Cultivos Marinos de la UCA. En total, han participado 120 alumnos, 30 por semana y unos ocho por taller.

Javier Benavente, director general de Investigación de la universidad gaditana, cuenta que "se trata de los mejores expedientes de España de 4º de ESO y 1º de Bachillerato. Hemos tenido que subir el nivel de las clases porque son jóvenes con mucha curiosidad y ganas de aprender".

Para la mayoría de los estudiantes este Campus ha supuesto la oportunidad de salir de sus casas por primera vez de manera independiente e incluso de conocer el mar. "Han llegado de varios puntos como Galicia, Asturias, pero también de pequeños pueblos de Zamora o Ciudad Real", sostiene Javier.

El director general de Investigación comenta que todas las propuestas han sido muy bien recibidas, pero que quizá uno de los talleres que ha gozado de mayor aceptación ha sido el de las salinas. "Además de la parte científica, les proponemos acciones lúdicas como salidas en kayak, cursos de vela y de surf, visitas a empresas de la zona o rutas por Cádiz".

Todo se ha desarrollado en un gran ambiente de compañerismo y camaradería, que incluso ha sorprendido a los propios jóvenes. ""Ha sido una experiencia muy buena en la que haces grupo con gente que no conoces", explica Elisa Pinto, estudiante de Madrid. Tanto es así que en las despedidas se produce "un baño de lágrimas".

Para Javier, los docentes y el equipo que ha formado parte del Campus de Verano también ha sido "una experiencia fantástica por el interés que muestran los alumnos. Lo absorben todo muy pronto y es un placer trabajar con ellos. Sería interesante poder fichar a algunos de ellos para el futuro".

Por todo lo vivido, el director general de Investigación mantiene que van a hacer todo lo posible para que la UCA y el CEI·Mar vuelvan a repetir en la próxima convocatoria.