Cádiz

El mercado gastronómico abrirá en 2016 tras una inversión de 9 millones

  • Adif adjudica a dos empresarios de Sanlúcar la gestión de la histórica terminal férrea de 1905 El diseño evocará la imagen de una estación de hace un siglo.

Hace unos tres años el diseñador gaditano Álvaro Linares planteó a unos amigos una idea: convertir la viaje terminal férrea de 1905 en un mercado gastronómico. Desde unos años antes Adif, la empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias, intentaba sin éxito sacar al mercado este inmueble, en cuya rehabilitación se habían invertido cerca de 10 millones de euros.

Con la idea en la cabeza, Rafael Casillas y Eduardo Espejo, dos empresarios sanluqueños manager de varios de los artistas españoles de éxito, trabajaron hasta cerrar un proyecto que, finalmente, ha sido elegido por Adif para dar uso así a la vieja terminal de 1905, que desde su rehabilitación sólo se había utilizado durante la Cumbre Iberoamericana de 2012. El pasado viernes, tras conseguir la propuesta el visto bueno técnico y económico, los empresarios firmaron el contrato con Adif, que había valorado la adjudicación del edificio, por un periodo inicial de 10 años, en 2.075.210 euros.

La sociedad adjudicataria, denominada DRIBLO, en la que cada socio tiene el 50% del capital, tiene prevista una inversión que rondará los 9 millones de euros, cantidad en la que se incluye desde el dinero a pagar a Adif, a las obras de adaptación que se van a tener que realizar en la estación y la ubicación en la misma de los locales que conformarán el mercado gastronómico.

La previsión es que el mercado gourmet cuente con una oferta de entre 60 y 80 locales de gran nivel. La empresa ya ha contactado con numerosas firmas, nacionales e internacionales,  interesadas en abrir en Cádiz.

El diseño planteado por Álvaro Linares es transformar la vieja terminal en una estación ferroviaria de hace un siglo. Para ello cuenta con una superficie abierta, correspondiente a la marquesina, de 3.100 metros cuadrados, a los que hay que añadir 1.800 metros cuadrados en las dos naves laterales. Estas se dedicarán a atender a la oferta de comida rápida, que se quiere separar, en lo que a su ubicación se refiere, de la zona de gourmet. La estación dispone también de 600 metros cuadrados en dos torreones, que se dedicarán a dependencias administrativas. Aunque el mercado tendrá un carácter puramente gastronómico, al estilo de los que en los últimos años se han abierto en Madrid, Barcelona o Sevilla, no se descarta algún local ajeno a la alimentación que complemente la oferta.

 Por el momento no hay una estimación del empleo a crear pero, teniendo en cuenta el elevado número de locales previstos, es de suponer que se cuantificarán en varios cientos.

Una vez firmado el contrato con Adif comienza ahora un proceso de comercialización de todo el futuro mercado, para lo que se cuenta con una empresa de asesoramiento experta en esta materia; a la vez, se fijará el proyecto urbanístico de adaptación de todo el equipamiento mientras se solicitan los correspondientes permisos municipales de obras. Hay que tener en cuenta que la histórica terminal se ha rehabilitado recientemente, pero todo su interior se encuentran libre de construcciones.

La empresa adjudicataria considera que el mercado gastronómico podría estar en funcionamiento en el plazo de un año o año y medio, por lo que estaría en uso antes del verano de 2016.

Los promotores consideran que Cádiz es una ciudad idónea para este tipo de equipamiento. Resaltan el desarrollo turístico y cultural, además del comercial, que ha tenido en los últimos años, y consideran que era necesario un mercado gastronómico de primer nivel. Valoran además el lugar donde se va a ubicar, en una vieja estación y en una zona con un importante desarrollo urbanístico, junto a zonas de aparcamientos, el puerto, el ferrocarril, el futuro tranvías y a escasa distancia del nuevo puente.

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