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Cádiz

Un lugar para eludir la rutinaria tensión

  • La playa se erige como espacio de relax durante el verano · Actividades sanas como el taichí y la gimnasia o el cine en plena costa sirven para el disfrute de todos los públicos

La playa es un tesoro preciado por cualquier habitante. En el caso de Cádiz, este lugar es un símbolo, santo y seña de la ciudad. La oferta lúdica y recreativa se centra en este paraje arenoso y salado cuando llega la etapa estival.

Una variada programación de actividades destinada a todas las edades copan la atención de ciudadanos y turistas. Aunque la tercera edad es la más beneficiada por el programa del Consistorio. Algunas de las acciones más características que organiza el Ayuntamiento son las del Tai-chi y la gimnasia de mantenimiento, dedicada en exclusiva para adultos y mayores.

Ambos talleres se desarrollan tanto en La Victoria como en La Caleta durante los dos meses de verano. En esta temporada, la práctica del taichí en la playa Victoria se ha trasladado al módulo cercano al chiringuito Malibú, dejando el módulo central para la práctica de la gimnasia de mantenimiento. La realización de actividades en La Caleta no ha sufrido variación alguna. Los horarios del taichí son de nueve a diez y media de la mañana en La Victoria y de diez y media a doce de la mañana en La Caleta.

Cada día al ritmo marcado por el monitor Sebastián Gómez, una veintena de personas practican el taichí. Una técnica basada en la relajación física y psicológica, apropiada para erradicar el estrés. Además, otra de las funciones básicas consiste en la mejoría respiratoria, cardiovascular e inmunitaria. La concentración es una de las claves para practicar este método de relajación. La cooperación interpersonal es otro de los requisitos básicos para conseguir que esta técnica sea efectiva para la salud. En ciertos momentos de la sesión, los asistentes se apoyan entre ellos para realizar lograr un mejor rendimiento en cada ejercicio.

 "La idea es que la gente mayor o de cualquier edad se recupere de las lesiones musculares que les atormentan", declara Sebastián Gómez. El trabajo habitual se fundamenta en una serie de estiramientos que buscan recuperar la elasticidad de los sujetos. El taichí pretende aunar cuerpo y mente para conseguir un pleno desahogo.

Una praxis recomendada para personas que padecen artritis, reuma y otros problemas óseos. Uno de los casos particulares es el de una mujer anciana que sufre escoliosis, como consecuencia no puede seguir la dinámica de las sesiones de igual forma que el resto de los compañeros, "a esta persona hemos de matizarle los movimientos para que no exista dolor, el límite es el dolor", añade el monitor. El instructor de esta técnica china argumenta una de las razones fundamentales para realizar esta actividad terapéutica, "la medicina para solventar el problema de huesos suele colocar prótesis, algunas personas rechazan esta fórmula de sanación, con esta técnica se plantea reforzar muscularmente la zona dañada y sanarla de este modo".

Sebastián Gómez realiza este procedimiento de relajación y control  mental desde los 17 años como así confirma, actualmente posee el título de maestro. En algunas ocasiones esta técnica se confunde con el yoga, sin embargo el monitor explica que la diferencia principal radica en que el yoga "es estático y el taichí trabaja con el movimiento de las articulaciones, por consiguiente con  la musculatura".

Por otra parte, la gimnasia de mantenimiento, otra de las ofertas de la mañana en la playa, apenas requiere esfuerzo físico debido a que se destina a personas de alta edad. Los ejercicios hacen hincapié en el estiramiento y la flexibilidad de los sujetos. De nueve y media a diez y media de la mañana tanto en La Victoria como en La Caleta, estará disponible hasta el 31 de agosto esta forma de hacer ejercicio.

Sin duda la opción más recomendada por los profesionales de la medicina contra el dolor óseo es la de andar por la orilla del mar. Personas de todas las edades, pero en mayor medida adultos, pasean a la luz del sol sin la apabullante presión que el tiempo suele inyectar en las vidas diarias del ciudadano occidental.

María José, de 50 años, es una más de ese número infinito de personas que transita cada verano por La Victoria. "Es una forma relajante y social de mejorar la salud física y no requiere gran esfuerzo, viene muy bien para mi rodilla andar por aquí", comenta la mujer que diariamente recorre algunos kilómetros de costa junto a algunas acompañantes que también tienen problemas.

Aunque la playa no reduce su oferta lúdica únicamente a la tercera edad. Para los más pequeños están a disposición  algunas atracciones infantiles que permanecen perennes en el tiempo.

Además, una vez concluyen los talleres de ejercicios para mayores, se pone en marcha la música, el baile y el juego para amenizar la estancia matutina de los niños en las playas gaditanas.  En La Victoria se incrementa el ocio infantil por la existencia de una propuesta privada de diversión para los pequeños.

Otras de las edades que utilizan las virtudes del litoral gaditano en un buen número son los jóvenes. Aquellos amantes del deporte pueden explotar en verano, aún más, la opción de practicar el balompié y otros juegos en los terrenos habilitados para tales actividades. A primeras horas de la mañana pueden verse algunos grupos juveniles que aprovechan los momentos del día con un clima más suave para jugar a su deporte preferido. Antonio es uno de esos jóvenes que decide madrugar para alimentar su pasión futbolística, "a las 10 de la mañana es el único momento en el que podemos jugar sin que nos dé un golpe de calor, al terminar sobre las 12 nos damos un baño en el mar ", afirma el deportista. Para los más relajados siempre quedará la opción de disfrutar de los chiringuitos, alrededor de siete establecimientos se reparten por todo el litoral gaditano.

El Ayuntamiento de Cádiz anualmente pone en marcha un cine de verano a pie de playa que sirve para que confluyan todas las edades en un mismo  espacio y tiempo. Durante los meses de julio y agosto, el Consistorio ofrece cada sábado en el módulo central una cartelera con títulos de años anteriores, pero de reciente actualidad. El ciclo Una playa de cine se puso en marcha ayer con la proyección de la película del superhéroe Thor.

"Es una opción más de ocio en la ciudad, aquí no hay un amplio abanico de posibilidades de diversión, muchas noches acabo yéndome fuera de Cádiz", comenta Israel de 26 años algo frustrado. Una propuesta que busca ampliar las diferentes opciones de disfrute y descanso disponibles durante la etapa estival.

En resumen, las playas son aquellos lugares erigidos con la única finalidad de eludir tensiones, un oasis contra la mundanal rutina causante de la ansiedad de los hombres.

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