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La juez insiste en que los policías no tenían intención de matar al detenido

  • La titular del Juzgado de Instrucción 1 sigue considerando el homicidio imprudente

  • La familia del fallecido vuelve a recurrir

Escalinata de la Iglesia Santa María, donde tuvo lugar el suceso.

Escalinata de la Iglesia Santa María, donde tuvo lugar el suceso. / JESÚS MARÍN

La juez que dirige la investigación del caso Santa María, la magistrada Carmen Fornell, ha decidido continuar tramitando esta causa como un homicidio imprudente. La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz ha dictado un auto por el que resuelve que los hechos denunciados -la muerte violenta de un detenido tras una intervención policial en el barrio de Santa María durante la Semana Santa de 2015- pudieran ser constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave. Fornell entiende pues que los cuatro policías implicados en este procedimiento "no tuvieron voluntad de matar" al arrestado, Juan Antonio Martínez.

La familia del fallecido no está de acuerdo con este dictamen judicial y lo ha recurrido. La acusación particular -que ejercen los familiares- considera que la muerte de Juan Antonio Martínez fue intencionada y que en este caso sólo cabe hablar de homicidio doloso.

En su último auto, la magistrada razona por qué la muerte de Martínez fue, según su criterio, involuntaria. La juez instructora pone de manifiesto "el elevado estado de excitación" del detenido, que estaba "armado con un punzón" con el que acometió contra los agentes lanzándoles "golpes a zonas vitales", llegando incluso a lesionarlos.

Para Fornell, la intervención policial responde tanto a la necesidad de "garantizar la seguridad ciudadana" como de "minimizar una situación de riesgo evidente para la vida de los funcionarios".

La juez especifica que "los agentes primero intentan calmar al sujeto" y, al no conseguirlo, "utilizan la fuerza" y "despliegan una actividad proporcionada a las circunstancias". La actuación de los policías -según Fornell- "no es premeditada, no son ellos los que de motu propio y sin justificación comienzan la acción que desemboca en el fatal desenlace".

La juez decretó el archivo de esta causa a comienzos de 2016, si bien la Audiencia Provincial de Cádiz lo reabrió a finales de ese mismo año. Sólo entonces la instructora planteó que la muerte de Juan Antonio Martínez fue negligente. La familia del fallecido no se mostró conforme con esta interpretación de los hechos y recurrió la resolución de Fornell. Para los familiares de Martínez, su muerte durante el arresto policial fue premeditada.

Ahora la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz vuelve a insistir en tramitar el caso Santa María como homicido imprudente. La acusación particular, por su parte, también se mantiene firme en su postura: es homicidio doloso. Llegados a este punto, es la Audiencia Provincial de Cádiz el órgano competente encargado de resolver este asunto.

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