Cádiz afronta unos meses fundamentales para su futuro. Más allá del Doce, todo lo que se proyecte y se inicie a corto y medio plazo será esencial para perfilar la ciudad de las próximas décadas. Todo ello se plantea en un escenario económico especialmente negativo, con el país metido ya de lleno en una crisis que podría afectar a determinadas inversiones públicas y que deja un alto grado de incertidumbre en el caso de los gastos que asuma la iniciativa privada. En cuanto a la tarea municipal, la alcaldesa, Teófila Martínez, afirma que se cumplirá en tiempo y forma y que la mejora de la situación de la hacienda local en los últimos años permitirá afrontar fuertes inversiones con relativa tranquilidad. Sin embargo, la crisis se notará. El apretón del cinturón ya estará presente en el Presupuesto para 2009. Afectará a todas las partidas menos a las relacionadas con el 2012 y con la asistencia social. En la siguiente entrevista, la alcaldesa hace un análisis de cómo se presenta el nuevo curso que ahora se inicia tanto para el Ayuntamiento como para la propia ciudad

-Estamos a tres años del 2012 y metidos de lleno en una crisis que acaba de empezar. ¿Es para echarse a temblar?

-Los gaditanos nunca han tenido las cosas fáciles. Durante los últimos catorce años las situaciones complicadas se han ido solventando, logrando cambiar la dirección de un crecimiento hasta entonces negativo. Nos hemos preparado bien en materia de empleo y en el desarrollo turístico. Ahora, la ciudad y la sociedad tienen nervio y tensión para pasar esta crisis, que va a ser dura, en mejor situación que otras poblaciones. La crisis va a durar al menos tres años y si Zapatero y Chaves no toman las medidas oportunas, la cosa irá para más tiempo.

De cara al Doce, espero que no afecte, pero quién no nos dice que el Gobierno retrase las obras del puente o del tren porque no tiene dinero, o que la plaza de Sevilla ya no resulte interesante económicamente.

-¿Y el Ayuntamiento?

-Nosotros tenemos todo programado y garantizado, desde los equipamientos culturales al arreglo de las calles, las instalaciones deportivas o la recuperación de las fortificaciones. A eso unimos la próxima cesión del Club Marte y el Fuerte de Cortadura, haremos todo lo posible para que estén rehabilitados de cara al Doce, aunque hay que recordar que con motivo de las obras del soterramiento, la Junta de Andalucía se comprometió a destinar el 1% cultural de esta obra para el Fuerte, algo que nunca cumplió.

-¿Tendrá que acudir al endeudamiento para afrontar estos proyectos?

-Yo no lo creo. Creo que podremos solventar todo esto con mucho sacrificio, con mucho esfuerzo, con mucha comprensión por parte de los gaditanos. Es cierto que hay muchas cosas por delante, pequeñas y grandes cosas, lo que obligará a repartir los recursos por toda la ciudad. Hemos conseguido tener déficit cero y si necesitáramos recurrir al endeudamiento para tener la ciudad preparada para el Doce... Otros ayuntamientos recurren a créditos y por qué nosotros no habríamos de hacerlo para poder cumplir con la ciudad. No olvidemos que es una ocasión única para la ciudad porque no va a haber otro Doce hasta dentro de cien años y tenemos que hacerlo bien.

-En una situación de crisis ¿cómo cree que va a responder la iniciativa privada de cara a este evento, que según el Consorcio puede ser uno de los problemas?

-Si las administraciones publicas conseguimos cumplir con nuestros compromisos la iniciativa privada va a creer, a invertir en Cádiz. Seguro. La inversión publico siempre es el motor pero los inversores han perdido la confianza en Zapatero. El Consorcio no se debe preocupar de la iniciativa privada; que se preocupe de nuestras responsabilidades. Si se cumple con el castillo de San Sebastián y la ampliación de Paradores ¿cómo la iniciativa privada en Valcárcel no va a creer en el proyecto si ve que las administraciones hacen su tarea? Ahora, si ven que las administraciones no lo hacen pues igual dicen: "Pues yo también me voy a retrasar".

Si el pequeño y medio inversor ve que se trabaja, no puede tener ningún elemento de desconfianza en el futuro de la ciudad, y por tanto invertirá en ella.

Lo que tenemos por delante es un reto de Estado, de celebración de algo tan importante a nivel de la nación española que se tiene que centrar en Cádiz. Que esto no es la inversión de la Expo Zaragoza, que es muchísimo menor y por eso tienen la obligación de no retraer de las inversiones que tienen comprometidas ni un solo euro, ni un solo euro. Y sobre todo, cuando están diciendo que no pasa nada.

-Tras un año de gestión del gobierno salido de las urnas en 2007 ¿cree necesario algún cambio en el mismo?

-Somos un equipo con mucho nervio, con mucho reflejo político en cuanto al trabajo que hay que hacer, que estamos todo el día en la calle peleando por esta ciudad, inmersos en un proyecto de ciudad como es el nuevo PGOU y en el camino del Doce. Todos los concejales están dando la talla y trabajando al cien por cien.

-¿Habrá subida de impuestos para el 2009?

-Las aportaciones del Estado no pasan del 35% y si se cree el señor Solbes y el señor Zapatero que lo que no manden lo vamos a tener que sacar los ayuntamientos subiendo los impuestos están pero que muy equivocados. ¿Qué pasaría si la política social que hacen los ayuntamientos no la pudiesen hacer por falta de recursos propios? Para presumir de política socialista hay que atender a esas cosas. Nosotros vamos a hacer un esfuerzo presupuestario. Vamos a ajustar muy bien los presupuestos para ver si podemos salir adelante sin tenernos que endeudar, aunque evidentemente, al final del año 2008 y 2009, al contrario que estos años, procuraremos que el déficit sea lo más pequeño posible. Nos centraremos en que las políticas sociales no sufran ningún recorte, sino todo lo contrario, y que las políticas de inversión de cara al Doce sean las necesarias, manteniendo los impuestos. Congelaremos la subida de sueldos de concejales y limitaremos al máximo los gastos no imprescindibles. Lo que no haremos es lo que hace la Diputación. Cabaña pide a los concejales socialistas menos sueldo y sin embargo él los sube para todos sus cargos de confianza.