El teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo, Ignacio Romaní, explicó que "desde el Ayuntamiento estamos realizando inspecciones desde que en 1999 salió la ordenanza y en 2000 se puso en marcha. El Ayuntamiento de Cádiz es pionero en España, junto con el de Madrid".

Posteriormente, la normativa andaluza contempló la realización de revisiones periódicas a los edificios para comprobar su estado. Para Romaní, hay una relación causa y efecto entre ordenanza gaditana y posterior ley autonómica: "Estas actuaciones han tenido como consecuencia que se incluya la ITE dentro de la Ley de Ordenación Urbanística de Andalucía, que se aprobó en el año 2002, por lo que la Junta obliga por ley a que se realicen estas inspecciones".

"Gracias a este procedimiento, se revisan fincas con incluso siglos de antigüedad, y que ni tan siquiera se sabía cuál era su estado, después de los años", asegura el edil. La principal consecuencia de las inspecciones es que "se han incrementado las obras de mantenimiento y conservación de viviendas, lo que es beneficioso para el casco antiguo, y está posibilitando que se esté progresando mucho en materia de rehabilitación y de conservación de las viviendas", aseguró el teniente de alcaldesa delegado de Urbanismo.