Humildad y dulzura. Un pasodoble con música de Pepito Martínez suena a Cádiz, con gusto y paladar. Clásico, sencillo y respetando los cánones de lo que es una comparsa gaditana, ya sea con Joaquín Quiñones, con Los Majaras o con Antonio Rivas, su actual compañero de viaje. A punto de cumplir 40 años en la fiesta, el pasado Carnaval el corazón, quizás por la pasión que le pone a sus agrupaciones, le jugó una mala pasada, de la que ya está felizmente recuperado.

Pepito el Guitarra, como cariñosamente se le conoce en el mundo carnavalesco, recibió anoche un merecido homenaje al recibir el XIX Baluarte del Carnaval, premio que organiza la Fundación Cruzcampo desde 1999 para reconocer la trayectoria de las personas que han entregado su vida a esta fiesta. Un galardón que está dotado con 6.000 euros y una estatuilla con diseño del escultor isleño Alfonso Berraquero, fallecido el pasado mes de diciembre.

Casi toda la trayectoria de Pepito Martínez está ligada con la comparsa, en la que se inició como componente en 1972 con 'Grandes recuerdos'. Posteriormente, formó parte de algunas de las comparsas más recordadas de Antonio Martín, como fueron 'Los mandingos', 'Ángeles y demonios', 'Voces negras', 'Agua clara' o 'Andaluces por el mundo', entre otras.

En 1985, se inició como autor de música en la comparsa de Joaquín Quiñones con 'Hombres azules', que se llevó un sonado cajonazo. Este idilio carnavalesco se mantuvo hasta el año 2002. En este camino, consiguieron dos primeros premios con 'Suspiros de Cai' (1992) y 'Los charrúas' (1995).

Su última comparsa que ha conseguido el pase a la final fue 'Medio siglo' (2010), con Los Majaras, que obtuvo un segundo premio. En los dos últimos años, ha estado unido a Antonio Rivas -con el que también ha compartido repertorios en su etapa portuense-, presentando el pasado Carnaval la comparsa 'Tres mil años'.

Pepito también ha tenido varias incursiones en chirigotas, destacando entre todas ellas 'El crimen del mes mayo' (1989), primer premio con el Petra.

El homenaje a Pepe Martínez estuvo presentado por Germán García, de Onda Cádiz. En primer lugar, tomó la palabra Alberto Ramos Santana, presidente del jurado, que justificó la elección del músico por "su puro estilo gaditano" en sus composiciones, además de ser un autor que ejemplifica "la mejor forma de hacer Carnaval" al trabajar para la fiesta con "humildad y calidad". "Hace poesía con la música", sentenció.

Posteriormente, el presidente de la Fundación Cruzcampo, Jorge Paradela, señaló que el objetivo de esta entidad es "apoyar la cultura y el talento". Por ello, destacó que "el Carnaval es cultura con mayúsculas", motivo por el que indicó que "Cruzcampo está al servicio del Carnaval". Asimismo, Paradela elogió sobre la figura de Pepito Martínez que es "un enorme compositor" de la fiesta.

Por su parte, el presidente de honor de la Fundación Cruzcampo, Julio Cuesta, se mostró "orgulloso" del Baluarte del Carnaval y quiso tener un recuerdo para el escultor Alfonso Berraquero. "Lo llevamos en el corazón", expresó.

El momento emotivo de la noche lo protagonizó Pepito Martínez cuando subió al escenario. Primero, se mostró muy agradecido con todos "los que se han preocupado por mi salud". También se acordó de sus hijas, a las que les dijo que "tenéis padre para rato", y de su mujer, que es "mi ángel de la guarda". Pepito compartió este instante con los suyos, su comparsa, sus sobrinos Geni, Nene y Paquito, y Ramoni, que subieron al escenario. Su agrupación protagonizó el fin de fiesta con una antología de sus coplas.

El broche a la entrega del galardón lo puso el alcalde de Cádiz, José María González, que afirmó que este premio "reconoce a mi gente", por lo que agradeció a la Fundación Cruzcampo que lo mantenga. De Pepito, González reconoció su "pureza" y recordó de su época como comparsista que "parábamos los ensayos cuando cantaba la comparsa de Pepito y Quiñones".