El puerto de Cádiz ha dejado claro, al igual que el resto de puertos de España, que no se puede parar. No lo hizo el covid durante sus peores momentos y tampoco lo ha hecho el conflicto laboral planteado por los transportistas a raíz de la brutal subida del precio de los combustibles.

Nadie les quitó la razón de sus protestas pero todo sabían que habia que proteger a la población del desabastecimiento y que las estanterías de los supermercados no podían estar vacías. La ciudadanía viene de haber pasado muchos miedos con el coronavirus que les llevaron a obsesionarse de que nada podía falta en casa, al manos ningún productos de primera necesidad.

La invasión de Ucrania y el efecto económico dominó recuperó en la ciudadanía esa obsesión y, de nuevo, la la harina, el papel higiénico o el aceite se convirtieron en auténticos objetos de deseo que no podían faltar en casa.

Pero gracias a que los puertos no han parado, supermercados como Mercadona han podido tener sus estanterías llenas y eran productos muy contados los que quedaban en situación de desabastecimiento. Y casi siempre esa ausencia venía causada por el hecho de que éramos los propios ciudadanos que, llevados por el miedo, comprábamos de manera obsesiva.

Camiones de la empresa Boluda salían escoltados del puerto de Cádiz durante los días más duro del conflicto del transporte

El conflicto de los transportistas sí provocó imágenes de piquetes a las puertas de los Muelles y en las principales vías de acceso a las zonas portuarias, pero la necesidad de que el mundo no parara llevó a muchas empresas como Boluda a exigir escolta policial para salir del puerto de Cádiz, formándose auténticas colas de camiones en la Avenida principal de la ciudad.

Y qué mejor muestra de que el conflicto no paró al puerto que los datos que este lunes ha hecho públicos la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC). En una nota informan de que el tráfico portuario total general en el puerto ha registrado un incremento del 16,27 por ciento en el primer trimestre de 2022 respecto al mismo periodo del pasado ejercicio, con 1,4 millones de toneladas acumuladas.

A pesar de la huelga del transporte, marzo arroja también cifras positivas en comparación con febrero, con un 18,78 por ciento más de actividad y 458.193 toneladas movidas en el mes.

Según la forma de presentación de la mercancía, destaca el buen comportamiento de graneles sólidos, que aumenta su volumen casi un 60 por ciento respecto al primer trimestre de 2021, con 421.539 toneladas, de las que prácticamente la mitad (200 mil) son cereales y harinas.

Los graneles líquidos anotan también un crecimiento del 25 por ciento respecto a marzo del año pasado, rompiendo, además, la tendencia a la baja iniciada en julio de 2020. Acumulan 338.432 toneladas.

La mercancía general, por su parte, desciende un 6 por ciento frente al primer trimestre de 2021, con 605.439 toneladas, de las que el grupo más voluminoso corresponde a frutas, hortalizas y legumbres, seguido de otros productos alimenticios.

El avituallamiento, por otro lado, aumenta un 45 por ciento en los tres primeros meses del ejercicio, con 32.782 toneladas; mientras la pesca rompe la recuperación registrada en los últimos meses y desciende un 44 por ciento en el mes y un 16 por ciento en el trimestre, afectada por los paros del sector. Acumula 2.430 toneladas, que alcanzaron un valor de subasta de 9,3 millones de euros, un 6 por ciento menos que en marzo de 2021.

Respecto a la forma de transporte de la mercancía, el tráfico rodado aumenta un 2 por ciento y suma 181.538 toneladas, mientras el contenedor (lolo) desciende un 10 por ciento en toneladas (393.357), un 4 por ciento en Teus (48.236) y un 6 por ciento en unidades (26.052).

Finalmente, el tráfico de cruceros ha sumado 27 escalas y 32.265 pasajeros en el primer trimestre, frente a la inactividad completa en este tráfico hasta junio de 2021 debido a la pandemia.