A Fran González se le viene enterrando políticamente desde que se hizo el escrutinio de votos de las pasadas elecciones municipales y sacó sólo cinco concejales en el momento en el que se iba a producir un cambio de gobierno en el Ayuntamiento tras los 20 años de teofilato. La esquela la querían escribir los adversarios de otras fuerzas políticas pero también los de la propia. Sin embargo, este gaditano de 36 años siempre ha tenido una habilidad especial para sobrevivir, para tomar decisiones arriesgadas que lo devolvían una y otra vez a la primera línea política.

Con el poder que da el dedo de los emperadores romanos, su formación era la llave para que cualquier propuesta saliera adelante o se tumbara, su primer desafío fue alinearse con Pedro Sánchez cuando éste quiso presentarse a la Secretaría general de los socialistas, enfrentándose para ello al susanismo imperante en Andalucía y, por supuesto, en la provincia. Si Sánchez fracasaba, su futuro político podría ser muy negro porque ya sabemos que Roma no paga traidores, siguiendo con los términos romanos. Pero este gato que tiene siete vidas salió victorioso del primer envite.

La segunda fue cuando puso en juego su liderazgo local en el PSOE y le montaron una candidatura anti Fran auspiciada por corrientes que habían estado enfrentadas hasta diez minutos antes. ¿Y cuál fue el resultado? Fran volvía a ganar.

El de ahora es el reto más complicado porque ya no depende de los votos de los suyos sino de otros muchos parámetros que no controla, algo que para una persona tan metódica como él, lo tiene que poner de los nervios.

Criado en las entrañas del partido, lideró las Juventudes Socialistas y después empezó a tener mayor responsabilidad cuando se convirtió en el secretario de Organización bajo el manto de Federico Pérez Peralta. Este potenció tanto a Fran González como a Marta Meléndez y convirtió a la segunda en la candidata. Los dos se enfrentaron por la sucesión en el partido y salió victorioso el primero, que también ya había cortado los lazos con el entonces líder del partido en Cádiz.

Tímido, reflexivo, metódico y afable en el trato, se ha ido endureciendo conforme se ha ido enfrentando a los problemas que han ido surgiendo en el camino, no sólo a nivel político sino en la propia vida. Ahora siente que puede haber llegado su momento. Lo veremos en un año.