La inauguración del aparcamiento subterráneo de la plaza Ingeniero la Cierva, en plena campaña electoral, fue una sinvergonzonería. Resulta muy extraño que no haya dinero para las obras y de pronto, cuando llega la campaña electoral, surgen los fondos y las obras del aparcamiento propiedad del Ayuntamiento a través de EMASA se pueden finalizar.
Alguien debería explicar cómo de la noche a la mañana donde no había un real hay dinero para pagar unas costosas obras. ¿Se haría el favor a cambio de una posterior adjudicación de una gran obra millonaria?
Actualmente la plaza Ingeniero la Cierva es una inmensa torta de hormigón plantada de columnas de metal y cerrada al público. Obras que en la actualidad están paralizadas porque otra vez no hay dinero para continuar con los trabajos.
Y las obras, tanto la del aparcamiento como la urbanización de la plaza deberían haber finalizado en 1992.
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