Cádiz

El gran paso del Cautivo

  • Mucha gente en la salida de la imagen en San José que fue estropeada por una persona que gritó porque iba sin maniguetas. El público le hizo frente

El Cautivo dio ayer sus primeros pasos en la calle. El de ayer era la primera gran zancada después de numerosos pequeños pasos que han llevado a cabo su grupo de devotos en los últimos meses. Ayer era una toma de contacto con la realidad y esta fue que a primera hora de la noche la pequeña plazoleta que se encuentra delante de la plaza de San José estaba repleta de público en silencio esperando que saliera la imagen a la calle, todos menos uno. Realidad fue también que en la primera parte del recorrido fue muy seguido el cortejo y el paso y que conforme fue avanzando la noche bajó.

También que fue acompañado por muchos devotos que siguieron las meditaciones que se llevaron a cabo en el recorrido. Entre ellos algunos hermanos mayores, como el del Despojado, Alfonso Cortés, y el de Las Aguas, José Manuel Silva. Y que la imagen del Cautivo con la túnica confeccionada por el taller del grupo de devotos, con el exorno floral de claveles rojos, con los faroles del Nazareno de San Fernando y sobre el paso de Siete Palabras estuvo a una buena altura.

La salida desde la iglesia de San José, una vez que la pregonera de la Semana Santa de este año, Rosa María Cossi, leyera la primera de las meditaciones, se hizo con una gran solemnidad y silencio hasta que una persona del público empezó a increpar a la cuadrilla que dirige Joaquín Cortés porque iban sin maniguetas y, por lo tanto, sin horquillas: "¿Dónde están las horquillas, dónde está el estilo de Cádiz?", gritaba mientras rompía el momento de recogimiento que había. Sin embargo, la gente que estaba asistiendo a un momento histórico decidió no achantarse y empezó a mandar a callar a la persona que protestaba, lo que originó algún momento de tensión. Incluso un sacerdote le gritó que se callara y que rezara. Pese a que seguía vociferando, una vez que el paso encaró la calle Poeta Nieto, el público empezó a aplaudir y dejó muy claro a esta persona que no iba a secundarle las protestas. Después hizo un segundo intento en la calle María Auxiliadora pero obtuvo el mismo resultado, es decir, que lo mandaran a callar y la ignorancia. El Cautivo se recogió pasadas las once de la noche.

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