La tribuna cofrade

¿Un giro al fondo de solidaridad?

  • La partida económica que las cofradías de penitencia entregan cada año al Consejo para ayudar a una obra de caridad podría destinarse a una acción social conjunta de todas las hermandades

EL fondo de solidaridad es una herramienta del Consejo de Hermandades -el órgano en el que confluyen nada menos que 36 corporaciones gaditanas- tan valiosa potencialmente como poco provechosa en la gestión de los últimos años. Viene este comentario porque hace unos días el cofrade Paco Moscoso preguntaba si había novedades respecto a este fondo; y esa pregunta puede derivar también en un debate en torno a la utilización que se podría hacer de él, sobre todo teniendo en cuenta las circunstancias económicas y sociales actuales y la fuerza que puede alcanzar una labor social de las 36 hermandades del Consejo.

Me explico: cada hermandad de penitencia aporta anualmente una cantidad económica al Consejo con destino a este fondo común con el que emprender acciones solidarias. Posteriormente, una comisión estudia la cuantía existente y propone al pleno de hermanos mayores a qué proyecto destinarla (siempre que sea una obra social realizada en Cádiz y para beneficio de la ciudad).

Hasta ahí, la iniciativa merece todos los aplausos, como cualquier acción que en este camino organizan las hermandades, que son casi innumerables durante el año. Pero desde esta Tribuna Cofrade proponemos hoy un debate sobre un posible giro del Fondo de Solidaridad del Consejo. ¿Por qué no se crea una acción común de todas las hermandades de la ciudad? Una especie de bolsa de caridad del conjunto de las cofradías.

La sociedad actual reclama muchos otros servicios y atenciones además de la entrega de un donativo económico. Y las hermandades que integran el Consejo podrían plantearse una nueva vía en este sentido.

Es decir, la última partida económica que se destinó del Fondo de Solidaridad la recibió la Casa Fragela, a la que las cofradías donaron nada menos que 32.000 euros. Esta decisión dejó sin ayuda económica al programa de acogida de niños bielorrusos de la cofradía de Vera-Cruz, que era el otro proyecto que se había propuesto a los hermanos mayores.

Pero la situación económica actual, muy agravada en Cádiz capital, hace pensar que en este momento -los 32.000 euros a Fragela se aprobaron hace poco más de un año- las opiniones no se habrían dirigido hacia Fragela (cuyo proyecto cuenta con subvenciones de la Junta de Andalucía) ni hacia los niños bielorrusos (que es un proyecto que parece asentado económicamente), sino que habrían buscado una ayuda a los más necesitados, a los parados que no pueden afrontar diferentes pagos (alquiler de vivienda, agua, luz,...), a los comedores sociales...

Quizá sea hora de modificar el concepto de solidaridad entendido como la entrega de donativos, para afrontar una acción más participativa y trabajada, que necesitara incluso la designación de una persona que dirigiera y organizara la acción social (una especie de consejero de caridad) y una mayor implicación de todas las cofradías, incluyendo a las de gloria.

POSIBILIDADES. Atendiendo a la reflexión o el debate que hoy proponemos en torno al Fondo de Solidaridad, las posibilidades serían múltiples, evidentemente. Dos ejemplos: la cofradía de Las Penas realiza una labor sumamente importante con sus hermanos y vecinos de la zona a los que atiende a través de su bolsa de caridad, que espera entregar este año unos 20.000 euros en ayudas. Si eso lo consigue una sola cofradía, ¿hasta dónde podrían llegar las 36 unidas?...; otra posibilidad sería rescatar el proyecto que en su día pretendía desarrollar la cofradía de La Palma creando un economato que atendiera a los más necesitados del barrio de la Viña. ¿Y si ese economato lo crearan y abrieran el cómputo de corporaciones del Consejo?.

Propuestas como estas podrían ser estudiadas y, en su caso, afrontadas por el Consejo, ya que además de suponer una gran ayuda social para la ciudad, reivindicaría la capacidad caritativa de las cofradías -que ya actualmente es enorme- y podría crear mayor unión entre todos los cofrades.

LA LABOR ACTUAL. Evidentemente, este planteamiento debería ir en paralelo a la importante labor que realizan particularmente todas y cada una de las corporaciones de la capital (aunque algunos se nieguen a verlo), como demuestra la cena barroca que organizaron ayer las cofradías de Sanidad y Vera-Cruz junto al grupo de teatro Candilejas. La intención, por tanto, sería que a la labor social actual se le uniera una importante acción común donde con un grano de arena de cada cofradía se consiguiera una montaña de ayuda a necesitados de Cádiz. No sé qué pensarán al respecto los cofrades.

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