"Si uno es capaz de convertir las ideas en dinero, entonces tiene madera de empresario. Si uno siente responsabilidad por lo que le rodea, entonces tiene madera de empresario". Alberto Pérez, director gerente de la empresa Elecam, dedicada a la distribución al por mayor de material eléctrico, expresaba de manera muy gráfica algunas de las cualidades que debe tener un empresario. Alberto Pérez habló ayer sobre su experiencia como un licenciado en Empresariales que se incorpora a la compañía familiar poco después de acabar su formación.

Esta fue una de las dos conferencias que se llevaron a cabo en la tarde de ayer en la cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Cádiz, que se desarrolló en el Salón de Grados de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.

Ayer el punto central de las conferencias era el relevo generacional y la incorporación del sucesor a la empresa familiar.

Alberto Pérez cree que los valores del empresario deben reunir el binomio trabajo y constancia, la austeridad, el servicio a la sociedad con la creación de riqueza y ambición y espíritu emprendedor.

Alberto Pérez relató que su incorporación a la empresa familiar se desarrolló en dos fases, una en la que fue adjunto a la dirección y en la que pudo aprender los secretos del negocio de la mano de su padre y una segunda , que es la actual, en la que ya lleva la dirección propiamente dicha.

Previamente, el director de la cátedra de Empresa Familiar de Córdoba, José Javier Rodríguez, explicó el relevo generacional en este tipo de compañías desde su dilatada experiencia como empresario, directivo y catedrático emérito de la Universidad de Córdoba.

José Javier Rodríguez estableció una serie de problemas que suelen surgir en el momento en el que se debe llevar a cabo el relevo generacional, como la ausencia de un diálogo sano entre padre e hijo, y recomendó a los oyentes fórmulas para superarlas.