Cádiz

Las farmacias están 'inmaculadas'

  • El único centro de grado medio de auxiliar farmacéutico de la ciudad pertenece a una orden religiosa

La orden de María Inmaculada cuenta con el único ciclo formativo de grado medio de auxiliares de Farmacia de la ciudad. Se trata de uno de los tres únicos centros de la provincia, y su alta demanda traspasa a la ciudad de Cádiz. En la calle Santa Cruz de Tenerife, donde se ubican las clases, además del citado hay otros tres ciclos formativos, de Comercio, Auxiliares de Enfermería y Gestión Administrativa.

El centro de las religiosas cuenta, además, con una residencia de chicas, que en su mayoría estudia en la Universidad de Cádiz y proviene de la provincia, y con un centro social de ayuda a la inserción laboral de mujeres jóvenes con escasa formación. Esto se debe a que, en sus inicios, la orden de María Inmaculada se dedicaba a acoger a las jóvenes que emigraban del campo a la ciudad y tenían la necesidad de encontrar un trabajo y de recibir una educación adecuada.

Ignacio Díaz, uno de los profesores del centro, expresa que la demanda del curso de Farmacia es muy superior a la del resto. "Al ser el único lugar de Cádiz que los prepara para poder trabajar en su materia, las peticiones para entrar son numerosas y la inserción laboral de los que salen es de un cien por ciento, ya que cada vez hay más demanda".

Este aumento de la demanda de auxiliares de Farmacia se debe, según informa el docente, a un "cambio de reglamentación a la hora de la contratación de personal para las farmacias de los hospitales, que antes aceptaban auxiliares de Enfermería y, a partir de ahora, sólo aceptarán a expertos en Farmacia". Continúa afirmando que "las farmacias están ampliando sus horarios cada vez más y eso provoca que necesiten a más chavales".

Los profesionales del centro se encuentran muy satisfechos con los jóvenes que salen de sus ciclos al exterior. "Las empresas siempre están muy contentas con nuestros chicos y eso se debe a que, además de una formación teórica, les damos a los chavales una serie de valores con los que tienen que convivir y comportarse en el trabajo y en la vida. Sin ellos, por mucho que supiesen, no lograrían encontrar nada".

El hecho de que se trate de un centro de carácter católico implica una serie de valores que los alumnos deben aceptar y, si bien nadie les obliga a creer en nada, si reciben una educación con una serie de factores que en otro lugar a lo mejor no encontrarían.

Un total de 220 alumnos sale cada año del centro en las diferentes modalidades y, según informan, casi todos encuentran rápidamente trabajo, ya que se suelen quedar en las empresas donde realizan las prácticas.

Ignacio Díaz es concluyente: "si un chico de Arcos observa que tiene posibilidades de encontrar trabajo en una farmacia de su localidad, rápidamente viene aquí y se inscribe".

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