Antonio ceballos atienza Obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta

"La familia ha sido maltratada y se está produciendo un destrozo"

  • Ceballos exige a las administraciones y al Estado que cuiden por la familia, destaca la labor de la diócesis en inmigración y desvela los grandes retos de la Iglesia gaditana en el futuro

"Yo suelo decir que la familia ha sido maltratada. A lo mejor se le ha querido hacer el bien, pero ha sido maltratada, y eso a la larga se nota". El obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos Atienza, visitó las instalaciones de Diario de Cádiz para desgranar y analizar la situación actual de la diócesis y hablar sin cortarpisas "ni respuestas vaticanas" de todo lo relacionado con la Iglesia de Cádiz. Y así lo hizo durante cerca de hora y media en la que compartió un desayuno con periodistas.

Una de las principales preocupaciones que mostró Ceballos durante el encuentro en este periódico fue la situación en la que se encuentra actualmente el modelo de familia, que él entiende que es "la clave de todo" en la sociedad. Así, llamó la atención sobre el "serio retroceso" que viene padeciendo la familia, "y no sabemos qué va a ocurrir con la sociedad del futuro", refiriéndose a cómo la situación actual puede repercutir en las futuras generaciones. Por este motivo, Antonio Ceballos instó a las administraciones y al Estado "a cuidar la familia", en lugar de propiciar el "destrozo" a la que, según su opinión, está siendo sometida.

Una cosa clara tiene el obispo: "hay que apostar por la familia si queremos mejorar la sociedad".

Y para ello, desde el año pasado ha puesto en marcha un programa de orientación en la diócesis, Familia cristiana, buena noticia, que abarca tres años de trabajo. Con él se pretende analizar qué esta ocurriendo en la familia a nivel diocesano. "Nada de estadísticas ni datos, sino viendo caso por caso", explica. Este estudio realizado por todos los grupos de la diócesis ha dado como conclusión que la familia sufre "un deterioro enorme". A partir de este estudio, el obispo ha dado unas pautas de orientación, por medio de una carta pastoral en la que se aportan ideas y métodos para la defensa del modelo de familia que defiende la Iglesia. Como último paso queda "actuar", para hacer ver "que la familia no puede seguir por donde va". ¿Qué van a hacer para ello entonces? Una de las medidas que pondrán en práctica será una mejor atención a las parejas que se van a casar, además de estar "al lado de ellos" una vez ya estén casados.

El obispo dejó patente así la preocupación de esta diócesis, y de él mismo de manera personal, por los temas sociales, que alcanza mucho más allá de la familia. Así, Ceballos aseguró que durante estos años ha hecho visitas pastorales a todas las parroquias de la diócesis, sin excepción. "Esto me ha empleado muchas horas, pero me ha permitido conocer toda la realidad de la diócesis, que es muy amplia".

Otro de los temas sociales abordados por Ceballos en su visita a Diario de Cádiz fue el de la inmigración, un aspecto en el que destacó que la diócesis "es pionera en la atención a los inmigrantes", al ser a la costa gaditana -perteneciente en su mayoría a provincias de la diócesis- el principal foco en España.

Esta labor es muy importante, porque se está prestando "muy bien y con mucha sensibilidad", como destaca el obispo, pero sin tener fuertes recursos económicos con los que atender estas necesidades. Una tarea que no es fácil, aunque "desde los pobres se atiende mejor a los pobres".

Precisamente, la precariedad económica es patente en la diócesis de Cádiz y Ceuta, que tiene un presupuesto anual de tres millones y medio de euros en gastos generales y más de seis millones y medio en lo que hace relación a parroquias, seminarios, Misiones, Manos Unidas y Cáritas. De ellos, según las cifras aportadas por el obispo, el 75 por ciento se sufraga por los propios fieles, mientras que el otro 25 por ciento se alcanza gracias a la aportación de los ciudadanos en la declaración de la Renta.

Este panorama se agravará en los próximos años, en los que la Iglesia tiene que tender a la autofinanciación, "un tren al que hay que subirse", afirma un optimista Ceballos. "El cambio es trascendental, y tenemos que prepararnos para autofinanciarnos, aunque estoy seguro de que saldremos adelante", añadió.

El optimismo del obispo ante las carencias económicas evidentes en la diócesis es patente. Frente al escaso dinero que maneja la Iglesia de Cádiz, Antonio Ceballos aporta datos contundentes sobre el número de personas que realizan actividad pastoral. Así, contabiliza más de siete mil personas actuando, a los que se suman seiscientos religiosos y religiosas y 149 sacerdotes, de los cuales 95 son los que están en activo, además de los seminaristas que él propició hace años que realizaran los estudios en Cádiz.

"Esto supone en la diócesis una importante cantidad de personas que no buscan sino trabajar para la Iglesia, y permite cubrir muchas necesidades", afirma Antonio Ceballos, quien comenta que actualmente no existe ninguna parroquia en la diócesis que no tenga un sacerdote al frente, "y eso no es fácil conseguirlo".

Con estas armas, tanto económicas como humanas, afronta la diócesis su labor diaria ante una sociedad que ha experimentado una notable evolución desde que Ceballos llegara hace casi catorce años. Para afrontar estos cambios sociales, el prelado señala como fundamental la celebración del sínodo diocesano que concluyera en el año 2000, "y que todavía hoy estamos poniendo en práctica". Este sínodo, del que el obispo destaca los temas que se trataron, "ha sensibilizado mucho y ha provocado un cambio, aunque por supuesto con algunas lagunas".

Y ante este panorama descifrado por el principal exponente de la diócesis, ¿cuáles son los principales retos que debe afrontar ahora la Iglesia de Cádiz?. En este asunto, Antonio Ceballos también es claro y directo y enumera las prioridades que se plantea la diócesis para el futuro.

En primer lugar, realizar una mayor labor en la juventud y en la Universidad, campos cuya responsabilidad recae en el Secretariado Diocesano que dirige el sacerdote Jesús García Cornejo. En segundo lugar, potenciar la celebración dominical de la eucaristía, cuyo actual porcentaje de asistencia es muy bajo, cifrándolo el obispo en un 10 por ciento. El tercer campo de acción es el de los medios de comunicación social, donde Ceballos reconoce una deficiencia en el Obispado. La construcción de nuevos templos en toda la diócesis y crear conciencia en los católicos para lograr la autofinanciación de la Iglesia cierran estos grandes retos que se marca la Iglesia en Cádiz.

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