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equipamientos | la ciudad que no se construye

La eterna espera de lo público

  • El anuncio sobre la Comisaría de Policía es el enésimo paso atrás de las administraciones con proyectos anunciados en su día para la ciudad

El 21 de julio de 2011, la dirección general de Patrimonio del Estado presentaba el que iba a ser un gran edificio que albergaría todas las dependencias y sedes de la Administración del Estado y que ocuparía el solar de Radio Juventud y el de la antigua Subdelegación; 19.000 metros cuadrados de oficinas y despachos que proyectó el reconocido estudio de arquitectura Cruz y Ortiz y que se presupuestó en 32 millones de euros. El pasado jueves, siete años después de presentar aquel proyecto, el Gobierno anunció -por medio del actual delegado en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis- que esos solares convertidos en uno serán puestos a disposición del Ayuntamiento para habilitar allí, en plena Avenida principal, un aparcamiento en superficie, reconociendo que por el momento no hay previsión de levantar esa sede de la Administración del Estado. En esa misma reunión entre Gómez de Celis y el alcalde gaditano, José María González, se dio también carpetazo a otro proyecto que lleva años esperando: la construcción de la nueva Comisaría Provincial de Policía en la Avenida de Astilleros, que el delegado valoró como una operación "lenta" que se contempla a medio o largo plazo (con lo que ello conlleva).

Estos dos anuncios realizados esta misma semana son los dos últimos casos de portazos a proyectos urbanísticos que las administraciones públicas anunciaron un buen día en la ciudad. Esa ciudad, capital de provincia, que debe a la Junta de Andalucía o al Estado central buena parte de los solares o de los edificios más singulares que permanecen cerrados desde hace años.

El 'capotazo' que Gómez de Celis dio el jueves al edificio de la Administración General del Estado recordaba al que la Junta de Andalucía lleva años dando al hospital regional. Los inicios de este proyecto empiezan ya a perderse en el tiempo, contando con diseño presentado públicamente desde el año 2005 y con numerosas fechas fijadas para su construcción y su apertura; pero a día de hoy todo sigue exactamente igual que al principio, sin que la administración autonómica tampoco anuncie de manera oficial que da carpetazo al hospital, haciendo siempre referencia a la intención o al plazo futuro para su construcción.

El Cádiz en su día anunciado por las administraciones tendría hoy en día, por tanto, una Comisaría de último modelo en la Avenida de Astilleros, un hospital con habituaciones individuales en el encuentro de Puntales con Loreto, o un gran edificio para la administración estatal en las Puertas de Tierra. Y no sólo eso, ni mucho menos. En el año 2001, por citar otro ejemplo, se anunció que en lo que entonces era Institución Provincial en la calle Tolosa Latour se iba a construir una Ciudad de la Justicia que aglutinaría todas las sedes ahora repartidas por toda la ciudad; años después se descartó esa opción y apareció la posibilidad de habilitar este equipamiento en los terrenos de Altadis en la Zona Franca; y de ahí se pasó a los antiguos depósitos de tabacos, en Loreto, para lo que también se presentó un proyecto del que por ahora sigue sin saberse nada nuevo.

En el año 2007, la Junta de Andalucía presentó el plan para la ampliación del Museo Provincial de la Plaza de Mina. El equipamiento cultural superaría los 10.000 metros cuadrados y trasladaría su acceso al callejón del Tinte, incorporando entre otras mejoras una actividad hostelera o una mejor distribución y exposición del amplio legado con que cuenta el Museo. La realidad, a día de hoy, es que ni siquiera las administraciones se ponen de acuerdo sobre el paradero de las llaves de la antigua escuela de Bellas Artes.

Con varias administraciones de alguna manera relacionadas y sin que se haya logrado plasmar nada en concreto hasta la fecha está también Puerto América, uno de los suelos con mayores oportunidades en una ciudad que precisamente lo que adolece es falta de suelo. El último anuncio de posible hotel en el edificio utilizado únicamente en 1992 ha puesto de manifiesto, recientemente, esas lagunas o faltas de acuerdo entre distintas administraciones, sin que hasta el momento se conozcan más avances de cara al futuro.

Otro gran proyecto presentado en su día al que en la actualidad no parece que las administraciones tengan mucho interés es el Castillo de San Sebastián; se 'vendió' en su momento como un revulsivo cultural y de ocio para la ciudad, se proyectó un espectacular auditorio, se llegaron a diseñar una ampliación de los accesos o pantalanes para el atraque de embarcaciones... y a día de hoy, la antigua fortificación presenta un preocupante estado de deterioro y una alarmante falta de fondos previstos para intervenir, lo que hace temer lo peor.

Sin futuro está también el edificio de Náutica, al que se le adjudican mil y un usos pero sobre el que la Junta de Andalucía reconoció recientemente que no tenía ningún plan; algo alarmante teniendo en cuenta el paradero actual de otros proyectos de la administración autonómica que se presentaron con diseños, recreaciones, presupuestos y plazos de ejecución.

Y así sigue la lista a lo largo y ancho de toda la ciudad: el Chalé de San Luis, el pabellón Fernando Portillo, la residencia de Tiempo Libre, la Plaza de Sevilla, el albergue de Puntales... Proyectos que de algún modo un día se presentaron por parte de las administraciones públicas, que contenían miles de metros cuadrados actualmente desaprovechados, que suponían millones de euros de inversión en una ciudad que realmente lo necesita, que aportarían mejoras para la ciudadanía, nuevos suelos de oportunidad, trabajo para un sector tan numeroso y tan marcado por la burbuja inmobiliaria como el de la construcción... Nada de todo eso es hoy realidad; y de aquellos grandes proyectos que con tanto boato han presentado durante la última década y media representantes políticos locales, autonómicos y estatales sólo queda ahora la posibilidad de que esos solares que siguen vacíos sean convertidos en improvisados aparcamientos en superficie. Al menos, una capital sin una sede digna para la Justicia, para la Policía, para los enfermos, para la administración del Estado, para la Cultura o para el ocio sí será una ciudad con mayores facilidades de aparcamiento. Que en eso sí se están poniendo de acuerdo las administraciones.

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