La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Cádiz concedió en la mañana de ayer la licencia de obras para la construcción de la estación de autobuses que se integrará en la operación de la plaza de Sevilla junto a la Carretera Industrial y que estará financiada por la Junta de Andalucía.

Esto no significa que el equipamiento se pueda iniciar a construir hoy mismo, sino que aún quedan algunos trámites pendientes. De hecho esta licencia se ha hecho sobre el proyecto básico, ya que la empresa JBF Ingenieros y Arquitectos se encuentra finalizando la redacción del proyecto de ejecución. Una vez que se obtenga este, la Junta licitará las obras y las adjudicará a una empresa constructora. Se estima que el coste del proyecto se aproxime a los cinco millones de euros.

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, señaló ayer en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno Local que el proyecto de reparcelación ya se hizo, al igual que ya están registradas.

La fachada de la nueva estación de autobuses va a discurrir durante 160 metros por la que será nueva avenida de los Astillero. Para ello el proyecto del arquitecto gaditano Rafael Lucas Ruiz se integrará en la misma.

El edificio tendrá dos partes bien diferencias: por un lado la zona de andenes, apta para 16 autobuses de 15 metros de longitud, y el vestíbulo, donde estarán los servicios principales de la estación.

La Junta de Andalucía ha tratado de adelantar toda la tramitación, ya que uno de los objetivos principales es que se ejecute en un corto espacio de tiempo para que pueda estar lista para el año 2012.

Un aspecto importante es que se puede ejecutar la obra de manera independiente a la obra de la avenida de Astilleros, que tiene los trámites mucho más atrasados. Debajo de esta vía ha de construirse todavía un aparcamiento subterráneo antes de proceder a su urbanización. Eso sí, la que será primera estación de autobuses de la ciudad podrá utilizarse, pero para ello será necesario habilitar un viario provisional para acceder a la misma.

En la actualidad se ha establecido una estación provisional junto a la estación de trenes, en la parcela que en el futuro debe ir una zona verde, que debe ser ejecutada por Adif.

Una vez que se ha eliminado el bypass por el interior del muelle, el Ayuntamiento sólo permitirá que se queden allí los autobuses si eso no supone una demora en la ejecución de la zona verde. Teófila Martínez ya advirtió ayer que en el caso de que se queden, las empresas que están operando en esta estación provisional deberán hacerse cargo de los 30.000 euros mensuales que cuesta el alquiler de las caracolas y de los diferentes servicios disponibles en esta estación.