La cofradía del Nazareno es uno de los nombres propios de esta Cuaresma. La decisión de la nueva junta de variar el recorrido de regreso el Jueves Santo suprimiendo las calles de Santa María, el vía crucis con tintes históricos que esta noche protagonizará el Regidor por ese barrio y alguna que otra polémica rodean a la corporación del Jueves Santo actualmente. Su hermano mayor, José Verdulla, atiende con naturalidad la llamada de este periódico y responde sin tapujos a todas las cuestiones.

-Va a cumplir ocho meses en el cargo, ¿cómo valora este inicio de mandato?

-A nivel personal, tengo que reconocer que estoy descubriendo un mundo totalmente nuevo para mí. He pertenecido a juntas de gobierno, pero no es lo mismo ser vocal o responsable de algún área determinada, que coordinar toda la cofradía. Además, reconozco que antes no participaba mucho del mundo cofrade y ahora lo estoy conociendo y me están ayudando mucho, desde hermanos mayores a hermanos de la cofradía o cofrades de otras hermandades. Tengo la sensación de que cada día aprendo algo; estoy como descubriendo algo que aunque sabía que existía no me imaginaba que era así.

-¿Se ha arrepentido en algún momento de haber tomado en su día la decisión de presentarse a hermano mayor?

-No, no. No me arrepiento en absoluto. La primera persona a la que pregunté fue a mi esposa, Carmela, y a nivel familiar estoy muy arropado; y a nivel junta de gobierno no ha habido que empezar de cero porque ya nos conocemos y así creo que se trabaja mejor. Sí tengo que decir que hay cosas que me desconciertan, pero no me arrepiento. Además, le confieso que a nivel muy personal y muy íntimo, para mí es un auténtico orgullo ser hermano mayor del Nazareno, que es mi hermandad desde pequeño.

-Pero están viviendo momentos difíciles en la hermandad...

-Reconozco que he tenido que limar asperezas y he tenido que enderezar, por decirlo de alguna forma, la imagen negativa que se estaba dando de la cofradía. Para ello, la única forma que hay es seguir trabajando, demostrar a los hermanos y a la gente que no nos mueve ningún interés, y dejar pasar algo de tiempo para que esa mala etapa se vaya olvidando y quede el buen hacer con el que se trabaja día a día en la hermandad. Para nosotros, el juicio está ya olvidado, el incidente con la Mayordomía es ya agua pasada...

-¿Dice que el juicio está olvidado?

-No significa que esté concluido, de hecho tiene que salir la sentencia definitiva. Pero a nivel junta se considera ese episodio agua pasada, sea cual sea la sentencia. Lo pasamos muy mal con esto, anímicamente castigó mucho a la junta; y ahora queremos compensarlo.

-¿Por qué cree que hay ese ambiente enrarecido en los últimos tiempos en torno a la hermandad y a su junta de gobierno?

-Yo creo que problemas hay en todas las cofradías. Estoy seguro de que lo que ocurre en el Nazareno ocurre en otras; pero quizá la repercusión que tiene lo que pasa en el Nazareno es más noticia que lo que ocurre en otras, sin pretender faltar a ninguna.

-La última polémica ha llegado a consecuencia del cambio de recorrido el Jueves Santo.

-El motivo del cambio no es otro que mirar por el cortejo, pensar en las personas que van acompañando a los titulares el Jueves Santo. Lo que ocurre es que cuando uno fija un objetivo, lo razona y no piensa en las consecuencias, pasa como en el matrimonio, que uno atiende a razones y otro a sentimientos; y a veces razón y sentimiento no van de la mano. Lo que ha pasado en el barrio es expresión del malestar porque el Nazareno no coge por sus calles en la recogida. Si nos hemos equivocado lo veremos nada más cerrar las puertas en la madrugada del Viernes Santo. Y si el objetivo de velar por el cortejo no se cumple, no tendremos problemas en dar un paso atrás y regresar el año que viene al itinerario habitual. O a otro nuevo.

-¿Ve comprensible esas reacciones o cree que son exageradas?

-Hasta ahora sólo ha habido una pancarta y recogida de firmas; hasta ahí lo que veo es libertad de expresión. Pero si esto sigue adelante y se ve perjudicada no ya la cofradía, sino la imagen, no entendería entonces ese movimiento. Si por defender el paso del Nazareno por unas calles se daña su discurrir por otras sería una falta de respeto total y no le encontraría sentido. No creo que por ejemplo el vía crucis o la noche del Jueves Santo sean momentos de solucionar nada.

-¿Es el vía crucis una medida para paliar el cambio de recorrido?

-El vía crucis surge como una medida para que el barrio no se quede sin su Nazareno. El Nazareno se va a pasear por calles que nunca ha pasado y gente que jamás lo ha visto pasar por su ventana lo va a poder ver pasar por ahí.

-¿Si pudierais dar marcha atrás a la decisión del recorrido lo haríais?

-La repercusión que ha tenido este asunto nos obliga a reconsiderar la decisión si no funciona, que como decía antes se verá cuando cerremos las puertas de la iglesia al recogerse la procesión. Pero la decisión se tomó tras un estudio, con un debate... no responde a un capricho. Y por eso creo que si se repitiera la situación, la decisión hubiese sido la misma.

-Hablemos ahora en clave positiva, ¿qué hay del paso nuevo?

-Junto con el columbario es la mayor apuesta de esta junta de gobierno, son los dos proyectos que intentaremos sacar adelante en estos cuatro años. En el caso del paso, debido al estado del actual se convocó un cabildo en el que se planteó la opción de hacer uno nuevo en el que ya se venía trabajando con tres bocetos: de Hermanos Caballero, de Guzmán y de Juan Carlos García. Finalmente nos decidimos por los Hermanos Caballero, pero cambiando por completo el proyecto que tenían porque no terminaba de convencernos. Lo que decidimos fue asesorarnos por Lorenzo Alonso de la Sierra, amigo de la cofradía y muy nazarenista, que nos ha asesorado de cómo eran los pasos en el siglo XVIII, la época más boyante de la cofradía; y en eso hemos basado la idea. Tengo que decir que para los Hermanos Caballero es un auténtico reto hacer este paso, según han dicho ellos mismos. Han planteado una cosa que en Andalucía será muy difícil encontrar.

-¿Cuándo lo veremos?

-El 25 de abril lo presentaremos a los hermanos. Y si gusta el proyecto, empezaremos su realización, que durará lo que tenga que durar. En eso no vamos a tener prisa para no caer en los mismos errores que en el pasado. Y si no gusta, que yo estoy convencido de que gustará, comenzaremos a trabajar de cero nuevamente.

-¿Cree que estos proyectos pueden marcar el inicio de una nueva etapa en el Nazareno?

-Desde la ilusión, creo que sí. El nuevo paso cambiará por completo la imagen del Nazareno en la calle, amén de otras aportaciones. Y el columbario serviría para darle un servicio a los hermanos, para que puedan estar a los pies del Nazareno. Podría ser el inicio del resurgir o de una etapa dorada de la cofradía.