Tres meses después de que el nuevo equipo de Gobierno tomara posesión, la situación de las empresas municipales empieza a ser asfixiante. Aunque alguna, como Emasa, tiene su propia tesorería -que le hace ir subsistiendo-, otras empiezan a echar en falta las inyecciones económicas que mensualmente le llegaban del Consistorio. Una de ellas es Cádiz 2000, que es la que se encarga de gestionar el Palacio de Congresos y que a día de hoy sigue sin presidente de su consejo de administración, que se constituyó el pasado 1 de septiembre y que está formado por Laura Jiménez y Álvaro de la Fuente, de Por Cádiz Sí Se Puede; Bruno García, Antonio de María y Josefa Díaz, por el PP; y Juan Cantero y Aurelia Morales por el PSOE. Para elegir presidente se presentaron dos propuestas, por un lado, PCSSP presentó a la concejal de Turismo, Laura Jiménez, mientras que el PP hizo lo propio con Antonio de María, presidente de Horeca y hombre de dilatada trayectoria profesional y empresarial. Sin embargo no hubo acuerdo porque el PSOE no apoyó ninguna de las candidaturas y Cádiz 2000 sigue sin presidente.

Esto empieza a crear incertidumbre también entre los proveedores. El Palacio de Congreso tiene a su gerente, Carlos Espinosa, que está facultado para realizar los pagos sin necesidad de que el presidente los autorice, pero el problema es que el Ayuntamiento no está mandando dinero y la bola de la deuda continúa creciendo.

Uno de estos proveedores, que prefiere mantener el anonimato, explicaba a este diario su situación. "El Ayuntamiento me debe 45.000 euros y no sé cuándo voy a poder cobrarlos. Los retrasos en los pagos ya se han llevado por delante a muchas empresas de esta ciudad y lo peor es que ahora mismo todo está parado. Antes sabíamos que íbamos a tardar un año en cobrar, pero yo al menos sabía que en septiembre podría haber cobrado la deuda de noviembre, pero ahora es que está todo parado. Cádiz era una máquina que iba a andando mal y lenta pero ahora es que directamente se ha parado", aseguraba.

El Palacio de Congresos también tiene fondos propios, pero que apenas dan para ir pagando las nóminas de sus trabajadores, por lo que necesita de la ayuda municipal para poder continuar con su actividad.

La mala situación de las empresas municipales puede llevar al equipo de Gobierno a disolver algunas de ellas. El PP ya tenía en mente suprimir Cádiz 2012, creada en 2010 para gestionar el Bicentenario y que tiene su sede en la Casa de Iberoamérica. Una vez que esta empresa desaparezca los trabajadores que no sean funcionarios recibirían su correspondiente indemnización y serían despedidos, mientras que los funcionarios serán reubicados. Su sede, en la antigua Cárcel Vieja, pasaría a depender de Patrimonio.

Otra empresa municipal en apuros es Cádiz Conecta. Su consejo de administración también quedó constituido en agosto. En su caso es el Pleno municipal quien tiene que decidir su presidente. Esta sociedad se encarga de la promoción de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información. Desde la llegada del nuevo equipo de Gobierno se habló de su posible desaparición. Las pantallas colocadas en la ciudad, y que fueron utilizadas como arma arrojadiza por la oposición durante el mandato popular, no parecen tener otro futuro que ser vendidas más pronto que tarde para intentar conseguir algo de liquidez. El Ayuntamiento tuvo que recuperar su explotación después de que la empresa que se hizo con la concesión se retirara.

La tercera empresa municipal que tiene muchas opciones de desaparecer es precisamente Cádiz 2000. En este caso, el Palacio de Congresos pasaría a depender del Instituto para el Fomento, Empleo y Formación (IFEF). Todos estos cambios se deben producir en los próximos meses.

Otra de las empresas de gran importancia que no ha renovado su organigrama es Procasa, la empresa municipal de vivienda. De momento sigue figurando como presidente el ex concejal popular Pablo Román y el resto de consejeros pertenecen a la anterior legislatura.

Por otro lado, recientemente la empresa Aguas de Cádiz ha solicitado un crédito a la tesorería municipal y, a pesar de que no era de una cuantía muy elevada, ha recibido una negativa como respuesta.

Eléctrica de Cádiz, la única empresa municipal de capital mixto, tiene por presidente a David Navarro, ya que por sus estatutos este cargo le corresponde al concejal de Hacienda.