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Las elecciones municipales en Cádiz

El calvario del PSOE se hace crónico

  • Tras su primera caída en 1995, con la victoria abrumadora de Teófila Martínez, los socialistas han sido incapaces de presentar un candidato capaz de ganar las elecciones

Fran González, camino de la rueda de prensa en la que anunció su marcha

Fran González, camino de la rueda de prensa en la que anunció su marcha / Lourdes de Vicente

La crisis del PSOE gaditano se afianza más y más tras 25 años de andadura por un desierto electoral que se hace interminable. Desde que los socialistas perdieron la Alcaldía de la capital en 1995 han situado al frente de sus candidaturas a cinco militantes que, en mayor o menor medida, han acabado en la hoguera tras duras derrotas electorales frente al PP de Teófila Martínez y la izquierda de José María González.

Derrotas que han llevado al PSOE a ser un partido insustancial para una gran parte de la ciudadanía; ellos, que en su día estuvieron omnipresentes en todas las parcelas del poder de la capital de la provincia.La crisis del PSOE gaditano se afianza más y más tras 25 años de andadura por un desierto electoral que se hace interminable.

Desde que los socialistas perdieron la Alcaldía de la capital en 1995 han situado al frente de sus candidaturas a cinco militantes que, en mayor o menor medida, han acabado en la hoguera tras duras derrotas electorales frente al PP de Teófila Martínez y la izquierda de José María González. Derrotas que han llevado al PSOE a ser un partido insustancial para una gran parte de la ciudadanía; ellos, que en su día estuvieron omnipresentes en todas las parcelas del poder de la capital de la provincia.El archivo gráfico de

Diario de Cádiz guarda imágenes similares a la captada en la noche del pasado 26 de noviembre, con el candidato socialista a la Alcaldía hundido. En esta ocasión fue Fran González, pero el nombre puede cambiar por el de Fermín Moral, María de la O Jiménez, Rafael Román y Marta Meléndez. Porque cada uno de ellos intentó llegar al sillón de la Alcaldía y se quedó en el camino.

La historia del fin del PSOE como referente político de Cádiz comenzó el día en el que la dirección socialista defenestró a Carlos Díaz, el alcalde que no formaba parte de ninguna de las familias que gobernaban el partido. Díaz aguantó un último mandato, entre 1991 y 1995, en un Ayuntamiento sin dinero, agobiado por las deudas, sin capacidad de invertir y, encima, con su grupo de concejales dividido en dos partes irreconciliables.

Fermín Moral (en el centro) tras su derrota electoral en 1995 Fermín Moral (en el centro) tras su derrota electoral en 1995

Fermín Moral (en el centro) tras su derrota electoral en 1995 / Julio González

La solución: dar puerta a Carlos Díaz y poner como candidato a la Alcaldía a Fermín Moral. Gaditano de toda la vida, de apellido conocido e integrado de pleno en la ciudad.Entonces se afirmaba desde San Antonio, sede del PSOE, que el triunfo estaba asegurado frente a una novata Teófila Martínez. Sin embargo, el partido ya manejaba semanas antes de las votaciones datos muy adversos, que apenas le daban seis concejales.

Al final fueron siete. El PSOE perdió la mitad de los catorce ediles del último gobierno socialista de Carlos Díaz. Comenzó un calvario que se hace ahora eterno. Un calvario en el que, como en un laboratorio, el partido comenzó a experimentar con nuevos candidatos a la par que se sucedían las elecciones municipales y las mayorías absolutas de Teófila Martínez.Derrotado, Moral se mantuvo al frente del grupo municipal, del que pronto salieron algunos concejales y otros lo intentaron. Estar en la oposición no era, ni es, tarea sencilla.

El veterano político socialista aguantó cerca de tres años. Lo que tardaron las direcciones local y provincial del partido en comenzar a mover ficha para buscar una alternativa de cara a los comicios de 1999. No se agradecieron los servicios prestados a Fermín Moral, que estaba dispuesto a seguir si el PSOE así se lo reclamaba. Por el contrario, se le dejó de lado en todo el proceso de cambio para enterarse del recambio cuando todo estaba decidido.No nos sorprendamos. Desde 1995 siempre ha sido igual. Se exprime al candidato, que aguanta en la oposición sabiendo que no va a salir de ahí, hasta que se tira por inservible.

Eso le pasó también a María de la O Jiménez. Venía de la administración regional. Totalmente desconocida para la mayoría de los votantes gaditanos. Pero era la preferida del PSOE oficial. Hasta que en 1999, ya en plena tempestad de Teófila Martínez, se estrelló y bajó el suelo del PSOE hasta los seis concejales. 

Jiménez resistió los años de oro del PP, cuando se construyó en tiempo récord el soterramiento del tren y todos los barrios, todos, votaban a Teófila Martínez. Como era de prever, no repitió y se marchó a Sevilla, al gabinete del alcalde hispalense Alfredo Sánchez Monteseirín.

Desesperación en el partido

Todo era desesperación en el PSOE gaditano. ¿Cómo se podían restar votos al PP de Teófila?Basta de experimentos. El partido va a lo grande y decide poner a un peso pesado como protagonista de su cartel electoral: Rafael Román, hasta entonces presidente de la Diputación Provincial.

Román acepta a regañadientes, pero a Teófila Martínez también le pasó lo mismo y fíjense lo bien que le fue. Eso sí, exige organizar su equipo y el programa a su gusto.

Recupera para ello a viejos nombres del socialismo gaditano y elabora el que sin duda ha sido el mejor programa electoral del PSOE desde que está en la oposición, con propuestas valientes y con un modelo de ciudad muy claro, que al quedar en la oposición se desperdició.Y eso que Román, en las elecciones de 2003 y, después, en la de 2007, porque él sí repitió, el PSOE recuperó algo de su aliento, pasando de los 6 a los 8 concejales, aunque frente a él Martínez seguía siendo intocable.

Rafael Román aguantó dos mandatos. Para entonces, el PSOE gaditano era una olla en plena ebullición. Siempre lo había sido, pero ahora a los viejos del lugar se le unían los nuevos militantes que llegaban con ansias de probar el sillón del poder.

Marta Meléndez, durante su etapa como edil socialista Marta Meléndez, durante su etapa como edil socialista

Marta Meléndez, durante su etapa como edil socialista / Julio González

En pleno desastre, la dirección local impone a Marta Meléndez que pronto se verá enfrentada con el nuevo equipo que ganará las elecciones internas del partido, hasta el punto que acabará perdiendo su escaño tras un conflicto judicial, después de haber sido desalojada como portavoz un año después de las elecciones. 

La derrota de 2015, ya con Fran González (con medio partido, local y provincial, en contra) fue dolorosa no solo porque llegaba en el inicio del fin del poder del PP gaditano sino porque acabó con los socialistas en tercer lugar, tras ser adelantando por la nueva izquierda de Podemos y una figura emergente: José María González. Y tras el enésimo fracaso de 2019, comienza la búsqueda del nuevo cabeza de cartel.

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