Cádiz

La discrepancia en las formas agranda el desacuerdo por los chiringuitos

  • López Gil pide al Consistorio que "no intente echarle el balón" mientras que el alcalde insiste en la ilegalidad de la modificación sustancial

Las formas a la hora de tramitar la apertura de los chiringuitos de las playas de la capital gaditana siguen alejando las posturas del Ayuntamiento de Cádiz y la Junta de Andalucía, a pesar de que existe el convencimiento en ambas partes de que los restaurantes playeros deben abrir durante todo el año. El desencuentro se volvió a evidenciar ayer por las declaraciones de los representantes de ambas instituciones, a la espera de que la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio informe hoy sobre la resolución que ha dictaminado. Una tensa espera debido a la tramitación por parte del Consistorio de una autorización extraordinaria en vez de la solicitud de la modificación sustancial de las concesiones, que era lo que reclamaba la Junta.

Las dos administraciones mandaron ayer sus respectivos mensajes para marcar territorio antes del dictamen de la Administración andaluza. En primer lugar, fue el delegado del Gobierno andaluz, Fernando López Gil, el que analizó el problema suscitado ante los medios de comunicación. En su comparecencia reclamó al Consistorio que "no intente echarle el balón a la Junta" al solicitar un permiso extraordinario, ya que "fuimos muy generosos el año pasado y jurídicamente no podemos serlo". Una aseveración que, aunque ayer los técnicos de Medio Ambiente estaban examinando la documentación enviada por el Consistorio, dejaba a las claras que la solución para este asunto es más que complicada.

López Gil no se movió ni un ápice de las anteriores manifestaciones del delegado territorial de Medio Ambiente, Ángel Acuña, y afirmó que la autorización que ha solicitado el Consistorio "solamente puede ser extraordinaria por un año", ya que el cambio se terminaría convirtiendo en permanente, por lo que "los servicios jurídicos de la Junta de Andalucía no nos van a permitir hacer más medidas extraordinarias".

A pesar de las advertencias realizadas poco antes por López Gil, el alcalde de Cádiz, José María González, volvió a insistir en los argumentos del Ayuntamiento para optar por la autorización extraordinaria. González se agarró al informe de la Comisión Consultiva de Contratación Pública para señalar que, si se opta por el procedimiento propuesto por la Junta, lo que se hace "es una modificación sustancial del pliego, por lo tanto estaría sujeto a reclamaciones de terceros". "Hay unas reglas del juego iniciales y si se tocan durante el proceso, eso es ilegal", recalcó el regidor municipal.

Respecto a la presentación de la petición de una autorización extraordinaria y si esta medida se puede seguir repitiendo, González declaró que "eso dependerá de la Junta de Andalucía y de los juristas de la Junta de Andalucía", a lo que añadió que "yo entiendo que una aprobación extraordinaria a base de repetirse se hace en ordinaria".

Aunque con esta afirmación reconoció la dificultad que comprende la decisión tomada por el Ayuntamiento gaditano para solucionar este problema, el primer edil apuntó que "lo que sí espero es que la Junta sea sabia y justa en este tema y falle en favor de los intereses de las personas que están haciendo una labor en la ciudad que me parece muy interesante, como son los chiringuiteros".

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