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La Policía conducirá a los tres detenidos por el crimen de Guillén Moreno hoy ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Cádiz, al cargo del caso.

Durante la jornada de ayer, los agentes de la Udev (Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría de Cádiz efectuaron las últimas diligencias, dejando ya prácticamente culminada la investigación.

Desde que a primeras horas de la tarde del mediodía del lunes, Mercedes Tello, de 54 años, fue hallada muerta, con 30 puñaladas, en su domicilio, en la calle Cal y Canto, de la barriada de Guillén Moreno, los efectivos policiales han trabajado a destajo, contra el reloj, a fin de tratar de esclarecer cuanto antes la autoría de un brutal asesinato que ha conmocionado a la barriada.

Habían transcurrido poco más de 24 horas cuando la Policía detenía al que sería el supuesto autor material del crimen, David R.S., alias El Kiki, de 20 años de edad. No tuvieron que ir muy lejos para atraparlo: El Kiki era vecino de Mercedes, Vivía justo debajo suyo, en el piso 1ºB (la víctima residía en el 2º C).

El joven, poco después, habría confesado en Comisaría ser el autor del apuñalamiento de Mercedes, inculpando a sus dos supuestos cómplices. Unas dos horas después, los agentes lograban atrapar al primero de ellos: un joven también d e 20 años, conocido en el barrio por el apodo de El Puche, con cierta minusvalía que le hace cojear.

A la mañana siguiente, el miércoles, caía el tercer implicado. Enrique P, era detenido en la casa en que reside, en la barriada de España, en la calle Alfonso Aramburu. Cerca de la casa de este último, los agentes hallaron un juego de llaves del domicilio de la víctima.

Con ello, se cerraba el círculo. Las pesquisas emprendidas, que incluyeron los registros de los domicilios de todos los implicados, que fueron duramente increpados por los vecinos, habrían acabado por esclarecer al completo el caso. El Kiki , acompañado por Enrique, habrían accedido la madrugada del pasado lunes al interior de la vivienda de Mercedes, sabiendo que ésta se encontraba sola, por hallarse su marido en Madrid, atendiendo a su madre enferma. Al despertarse ésta y sorprenderlos robando, El Kiki habría cogido un cuchillo de la cocina comenzando a asestar puñaladas a Mercedes, que logró arañarle el rostro, mientras Enrique le ayudaba. Hasta 30 puñaladas recibió la víctima, una de ellas mortal de necesidad, al alcanzarle la tráquea.

Aunque en un principio se barajó la posibilidad de que El Puche no estuviera implicado en el crimen (aunque El Kiki desde el principio lo inculpó), finalmente la Policía sí habría podido determinar su participación en alguna medida. Así, se le consideraría colaborador en lo que se denomina en estos casos "tareas subsidiarias", como una posible vigilancia de la zona mientras los otros dos jóvenes accedían al piso para robar. Como botín se llevaron un pequeño televisor portátil, que supuestamente David habría vendido al día siguiente por 30 euros.

La tía de El Kiki, por su parte, negó ayer a este diario que su sobrino sea primo del tercer implicado, Enrique. Los dos cuentan con múltiples antecedentes.,