Si hay una operación complicada y ambiciosa es la de la transformación del polígono exterior de la Zona Franca.

En primer lugar es lenta porque hay que poner de acuerdo a muchos propietarios, a pesar de que la Zona Franca se ha ido haciendo con la propiedad de algunas naves para tener la voz cantante en algunas unidades de ejecución. En este sentido, algunas de las que han adquirido, como Abelló Linde o Talleres Faro, las han ido tirando.

El delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Jorge Ramos, considera que "aquí lo más importante es que haya inversores que tiren del carro y utilicen estos terrenos, porque a nosotros no nos corresponde ese papel".

Una de las principales reservas de terreno es la que ocupaba la antigua Navalips, donde el anterior equipo de Gobierno había proyectado un centro metropolitano de espectáculos. Esto tendría una financiación parecida a la del Carranza, es decir, quedaba supeditada a la venta de locales comerciales. Sin embargo, Jorge Ramos afirma que el Ayuntamiento "ha dicho ya en público que no quiere lo que se llamaba una plaza de toros multiusos". En este sentido Ramos afirma que "si no quiere eso el Ayuntamiento tendrá que cambiar el uso del suelo". Ahora mismo estos terrenos siguen perteneciendo a la sociedad pública estatal Sepedes, aunque la opción de compra sobre la misma la tiene Zona Franca.

Uno de los principales problemas con los que se están enfrentando es con el tema urbanístico y es que la operación está dividida en una serie de áreas de reparto y unidades de ejecución que no coincide con la propiedad. Por ejemplo ahí está el caso de Abelló-Linde, que la Zona Franca cuenta con el 85% de esa unidad de ejecución, pero hay un 15% que pertenece a otro operador con el que no se ha llegado a un acuerdo. Hay que tener en cuenta que los precios de compra salen de una tasación, ya que la Zona Franca no puede comprar por encima de eso, por lo que la oferta ha resultado insuficiente. En este sentido, Ramos aboga por que se redefinan algunas unidades de ejecución.

Cabe recordar que uno de los objetivos para esos terrenos era la de crear espacios para nuevos y pequeños emprendedores que contaría también con su vivienda arriba. En estos momentos, a juicio de Jorge Ramos, faltan dos cosas en el recinto exterior: por un lado que la inversión privada dé el paso para hacer proyectos. La otra es una mayor agilidad urbanística "y esto no quiere decir que le echemos el muerto al Ayuntamiento".

La otra gran operación prevista en el polígono exterior se sitúa en la manzana que ocupaba Hipersol y Talleres Faro entre otras. Aquí también hay una división de la propiedad. Desde Zona Franca se asegura que gran parte de los aprovechamientos que ha dispuesto el Ayuntamiento se han volcado allí. A juicio de Ramos, lo ideal sería fasear la operación.