Cádiz

"2012 debe ser para toda España un año de fiesta"

  • Alberto Ramos inicia el ciclo 'La gastronomía de 1812' con una conferencia sobre la Constitución de Cádiz y las características de la ciudad entre 1810 y 1813

Los alumnos de la Escuela de Hostelería de Diputación pudieron conocer ayer más a fondo la Constitución de 1812 y las características de la ciudad de Cádiz entre 1810 y 1813. Fue gracias a la conferencia que ofreció el catedrático de Historia Contemporánea de la UCA y miembro de la Comisión Nacional del Bicentenario, Alberto Ramos. Una charla que inauguraba el ciclo La gastronomía de 1812.

Miguel Sancha, director del centro, presentó a Alberto Ramos como "la persona idónea para comenzar el ciclo". En el acto también estuvo presente la diputada de Igualdad, Pilar Cuartero.

El catedrático de Historia Contemporánea comenzó exponiendo el "valor fundamental" que tiene la Constitución de 1812, y es que a partir de ese momento, los españoles pasan de ser súbditos a ciudadanos y a tener una serie de derechos.

Ramos contó que las Cortes se reunieron en San Fernando el 24 de septiembre de 1810 y el primer día se rompió con el Antiguo Régimen y se establecieron los principios de Soberanía Nacional y de división de poderes. A partir de ahí, se marca "un plan de trabajo que culmina con la promulgación de la Constitución de 1812", la carta magna "que más ha influido en otros países".

Comentó algunos aspectos curiosos de La Pepa y declaró que "a pesar de todo, esta Constitución no es tan perfecta, porque no es democrática". En ella se excluyen como ciudadanos a las mujeres, las personas lisiadas, los enfermos, los niños, los esclavos y los criados.

El conferenciante indicó que el argumento fundamental para que las Cortes se trasladaran de San Fernando a Cádiz lo dio el diputado José Luis Villafañe, quien dijo que en La Isla "las posadas son incómodas, no hay buenos mesones para comer y no hay bibliotecas".

Relató que en el siglo XVIII, Cádiz tenía fama de culta, cómoda y lujosa. Era una de las ciudades más famosas de Europa y se comparaba a Londres y París. Desde 1717 controlaba el comercio exterior y a partir de entonces, aumentó la población, se establecieron los centros docentes más avanzados del país, aumentaron las imprentas y las librerías. En la época de Las Cortes había tres teatros abiertos que ofrecían casi a diario funciones en francés, italiano y español, y estaban aquí los escritores más importantes del país.

Según Alberto Ramos, la vida en aquella época casi no varió en la ciudad, a pesar de la guerra. Se pusieron de moda las tertulias, cobraron importancia los cafés como lugar de reuniones -a pesar del nombre, lo que se consumía principalmente era chocolate-, y las tabernas -había más de 200-. También destacó las posadas y mesones, que se anunciaban en los periódicos con sus menús y tipos de comidas. Había gran variedad de vinos y aguardientes, siendo la manzanilla lo que más gustaba en Cádiz en aquella época. Y resaltó que había cuatro cervecerías famosas.

Las bibliotecas eran de las mejores de España, hasta tal punto que suministraron los libros para la de Las Cortes. Fue un momento de auge del periodismo, naciendo el periodismo político.

Respecto a la vida cotidiana, Ramos señaló que nunca faltaba abastecimiento a los ciudadanos ya que el asedio francés venía por tierra y el mar estaba libre para comercializar. Se siguió con los negocios de esclavitud, se implantó la Lotería, las fábricas continuaban con su producción. Y tampoco cambiaron las fiestas. El Carnaval se celebró en 1811 y 1812 "como si nada".

En definitiva, "la época de Las Cortes en Cádiz era brillante y se inicia el sistema de derechos de los ciudadanos". Por eso, "2012 debe ser para Cádiz y para toda España un año de fiesta", concluyó Ramos.

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