Cuaresma

La crisis (versión cofrade)

  • La actual situación económica está afectando de lleno a las cofradías y, como efecto dominó, a los bordadores, floristas, tallistas... que están trabajando menos

La situación económica que atraviesa actualmente el país está afectando de lleno al mundo de las hermandades. Lógicamente, la pérdida masiva de puestos de trabajo y las dificultades en las economías domésticas se está notando en las corporaciones. Y esto tiene un efecto dominó en numerosos profesionales autónomos que de alguna forma dependen de estas instituciones. Bordadores, floristas, tallistas... y toda esa rama de trabajos artesanales que se realizan para las cofradías se ve igualmente afectada ante la actual situación.

¿Hasta qué punto está la crisis afectando a las hermandades? Para analizar la situación, los hermanos mayores de las cofradías de Sanidad y Las Aguas –con amplios conocimientos económicos fruto de su profesión– explican cuál es la situación actual.

“Todas las cofradías estamos pasando por un momento de crisis económica sin necesidad de la actual. Antes ya era un milagro mantener una cofradía, así que ahora es algo más que un milagro”, responde Ildefonso Herrera, de Sanidad. En su cofradía, dónde se está notando esta recesión económica fundamentalmente es “en la devolución de recibos de cuotas ordinarias” y en la pérdida de empresas que años atrás han colaborado económicamente con la corporación y que ahora no pueden hacerlo. Y ante esta situación, “hay que ajustarse el cinturón y gastar lo que se tiene” explica Herrera. Es decir, que en estos momentos habrá que limitar el gasto, la adquisición de nuevo patrimonio, la conservación del actual y, si la situación no varía o incluso empeora, recortar los gastos habituales. “Si hubiera que recortar, lo haría tranquilamente. Si no pudiera sacar banda, o flores, lo haría. O si no se pudiera salir a la calle no lo haríamos. No nos vamos a endeudar para hacerlo. Esto nos lo tenemos que plantear ya”, afirma este hermano mayor, preocupado por el futuro de la subvención municipal. Además, Herrera aboga por mantener “bajo cualquier concepto” las aportaciones que en materia de obra social se realiza desde las cofradías.

En la cofradía de Las Aguas, la crisis la notan “a efectos de ayudas económicas que hemos tenido en otras ocasiones y que ahora no pueden darnos”, explica su hermano mayor, José Manuel Silva. Otro efecto de la crisis que han notado es el de hermanos que no pueden pagar el control de salida por las dificultades económicas que atraviesan. “Y no podemos permitir que nadie se quede sin salir por no tener medios económicos”. Para ello, la corporación lleva ocho años manteniendo el control al mismo precio y al menos cinco haciendo lo propio con la cuota anual. “Y fíjate si han cambiado los precios en este tiempo, pero no podemos atornillar más a los hermanos. Y ahí también nota la hermandad la crisis”, comenta Silva. Debido a esta situación, y coincidiendo con lo que comentaba Herrera, en Las Aguas ya han empezado a plantear recortes. “Si no hay subvención para 2012 habría que hacerlos, porque es muy difícil buscar ahora ingresos extraordinarios. Nosotros, desde luego, estamos dispuestos a recortar bandas, flores, cera... cuando sea necesario para mantener la cofradía”.

Esta última frase tiene un efecto demoledor para esos profesionales que en buena parte dependen de los encargos de las hermandades y que, de hecho, también están notando ya esa disminución de las posibilidades económicas de las corporaciones.

El taller de bordados San José, que regentan Ramón Fernández y Soledad Díaz, es un claro ejemplo. “La cosa está un poco parada. Nosotros nos estamos defendiendo, pero no es como otros años, ni mucho menos”, comenta Ramón Fernández, que explica que actualmente están trabajando en un lateral del palio del Nazareno, un banderín para Bilbao y una túnica para Canarias. Una carga más baja que otros años. “Y fíjate, lo del Nazareno era para el año pasado pero la hermandad lo paró”, comenta.

El florista gaditano Jesús Garrido –que exorna los dos pasos de Borriquita, los palios de Sanidad, Las Aguas y Perdón y el paso de la Virgen de los Desamparados del Caído– también asegura que la crisis “se está notando”. “De hace dos o tres años para acá se está recortando. Antes venían y decían ¿qué vamos a poner? Ahora vienen y dicen: hay tanto dinero para flores”, explica. La solución: “en vez de rosas, lilium”. Es decir, se sustituyen unas flores por otras para adaptarse al precio y para que los pasos no tengan menos flores en su exorno. En esto coincide también Ramón Fernández, que igualmente exorna algunos pasos y que comenta que en Jerez este año han bajado el presupuesto para los besamanos dos hermandades para las que trabaja como florista.

Un ejemplo más lo aporta el tallista de San Fernando Juan Carlos García Díaz (que está trabajando actualmente en los pasos de misterio de Las Penas, Ecce–Homo, Caído y Nazareno), quien responde que la situación es “peliaguda”. “Vamos a ver, trabajo tenemos, pero se nota muchísimo sobre todo a la hora de realizar los pagos. Antes se hacían en cantidades más grandes. Ahora no suelen salir las previsiones y las cofradías piden alargarlos y más facilidades en los pagos”, explica. También se nota en este taller en esos proyectos que comenzó y que han quedado paralizados u otros que incluso habiendo sido aprobados por los cabildos de hermanos, ni siquiera han comenzado aún (como puede ser el caso del nuevo paso de Siete Palabras). “Es que no pueden. Las cofradías están recortando en todo. Y se están volcando en las obras sociales”, argumenta este tallista, que recuerda que “gracias a las hermandades comemos muchas familias”.

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