El jueves próximo terminan las denominadas rebajas de invierno, que comenzaron el pasado siete de enero, si bien desde que el Gobierno central decretó su liberalización cada empresario puede rebajar sus productos cuándo y cómo quiera. Por su parte, las asociaciones de comerciantes aseguran que no han conseguido el objetivo pretendido con las mismas y mantienen casi el mismo stock de artículos que cuando se iniciaron, ya que también se han visto afectadas por la crisis económica.

A las espera del resultado de los dos últimos días del periodo de rebaja, Juan Tovar, presidente de Cádiz Centro, afirma que "las rebajas han sido un fiel reflejo de la situación de la economía, como ya sucedió en la campaña de Navidad y Reyes".

Tovar alude a que se ha mantenido la misma atonía, con peores resultados incluso que en la campaña del pasado año, que está afectando a sectores que hasta ahora no habían notado tanto el descenso en las ventas y puso como ejemplo las librerías, "que hasta ahora estaban capeando el temporal".

El presidente de Cádiz Centro alude que la suspensión de la paga extra a los funcionarios ha afectado al consumo y, "como no quiero perder la esperanza", destaca que espera que la situación se reactive en Semana Santa y en verano, con la llegada de visitante, que algo activarán las ventas, si bien reconoce que se siguen cerrando comercios .

En la misma línea se pronuncia Salvador Muñoz, presidente de la Unión de Comerciantes, que señala que las rebajas no se han notado, "han tenido un resultado catastrófico", y que el denominado decreto Rajoy "ha llegado tarde y mal" y que las venta, igual que en la pasada campaña navideña "han descendido alrededor de un 40 por ciento".

Muñoz añade que con la nueva normativa "las rebajas no tienen efecto alguno, ya que se pueden celebrar desde el de enero al 31 de diciembre, con el nombre de oferta o liquidaciones".

Por otro lado que han echado el cierre de ocho a diez comercios, entre ellos tiendas de ropa, una peluquería "y hasta algún asiático", asegura, y destaca que las rebajas ya no consiguen el objetivo con el que nacieron y "se han convertido en un gancho para las ventas, pero ni así consiguen acabar los stocks".

Según expertos consultados, el decreto gubernamental supone más flexibilidad con la libertad de horario y la apertura de los domingos, por lo que lo importante será establecer estrategias para diferencia una oferta comercial de otra y atraer así al consumidor, siempre que se lo permita su economía.