Antonio Quintana confiesa que, como a todo el mundo, el confinamiento le ha obligado a reinventarse. "Ahora hacemos de profesores, de cocineros... de lo que haga falta para hacer esta situación algo más llevadera".

Antonio es un artista plástico de Cádiz. El confinamiento ha obligado a Quintana, como el 98% de la humanidad a "trabajar desde casa", una situación que no le ha impedido seguir creando. 

Uno de los trabajos que ha tenido una gran aceptación en las redes sociales ha sido un vídeo en el que se muestra una procesión de Semana Santa hecha con figuritas de cartón coloreadas a las que no les falta ni un detalle. Antonio Quintana comparte culpa con su hijo Mario, de 9 años (él también tiene una pequeña de 3 años, María). "Mario es el que me motiva para hacer muchas de estas cosas".

La edad de Mario está estos días plagada de preguntas, muchas de ellas casi sin respuesta, sobre el tema del coronavirus y sobre el drama sanitario que está representando. Para colmo cuenta que tienen familias en el sector sanitario en primera línea de batalle y que su mujer, Sonia, trabaja para colmo en una residencia de ancianos, "y es normal que su cabecita se llene de preguntas".

Pero hace unos días le planteó que qué iban a hacer este año sin procesiones, a lo que Antonio le dijo: "No te preocupes que tú tendrás tu propia procesión en casa". Y dicho y hecho, los dos, Antonio y Mario se pusieron manos a la obra con muchas buenas intenciones pero con muy poco material por culpa del confinamiento y el cierre de establecimientos. Con algo de cartón y unos rotuladores "de los de toda la vida" dieron vida a una procesión que contiene decenas de detalles propios de cualquier procesión gaditana.

Una de las imágenes de la procesión a la que Mario y Antonio Quintana han dado "vida"

"¿Quién hace unos penitentes sin crear ese penitente comiéndose un bocadillo, o ese carrito vendiendo pirulís de La Habana" o ese niño con el bolón de cera, por poner un ejemplo". Sin contar con esa casa con su balcón desde el que una señora le canta una saeta al paso y en el que varios pisos arriba no le falta la "típica bombona de Cadi Cadi".

"La gente de Cádiz lo mira todo desde otro prisma y le damos otro punto de vista. Ese punto de vista que tanto hace falta sobre todo en épocas como la que estamos pasando". "Hace falta positivismo y así se le da un ejemplo a nuestros hijos", indica Quintana. Mario se quedó "asombrado" con la de veces que se está viendo el vídeo por las redes sociales. Él participó metiéndole la música, dibujando los penitentes, y con ellos darle un toque distintos a esta época de confinamiento que promete alargarse hasta más o menos el mes de mayo. De aquí a entonces, la creatividad de Antonio y Mario puede dar aún mucho juego.