Los representantes de los trabajadores de la empresa concesionaria del servicio de limpieza y recogida de residuos de la ciudad, Sufi Cointer, ha denunciado ante la Inspección de Trabajo el incumplimiento de la previsión de incorporación de trabajadores en este mes de junio. En concreto, hay una quincena de empleados que se han quedado sin contrato de los 41 que a principios de año estaban preavisados.

Según explica el comité, desde el año 1996 se aprobó la creación del trabajador fijo de fin de semna, que además es contratado los meses de junio, julio, agosto y septiembre para cubrir las vacaciones de la plantilla fija de la limpieza. Así se ha mantenido desde entonces, publicando la empresa a principios de cada año la relación de esos fijos de fin de semana (un total de 41) y los meses en los que serán contratados (los cuatro de verano antes citados y, en algunos casos, febrero), además del mes en el que cada empleado disfrutará de las vacaciones. La sorpresa para la plantilla llegó el pasado día 1 de junio, cuando empezaron a saber que muchos de esos 41 no habían sido llamados para firmar el contrato completo del mes de junio. "Algunos fueron a preguntar o a firmar sabiendo que era día 1 y les dijeron que allí no había documentación alguna sobre ellos", denuncia uno de los representantes sindicales.

La denuncia a la Inspección de Trabajo se ampara en el artículo tercero del Estatuto de los Trabajadores, que establece que los derechos y obligaciones de la relación laboral se regulan "por los usos y costumbres locales y profesionales" -como según defiende la plantilla ocurriría en este caso cuya organización se remonta al año 1996- y que esos usos y costumbres "sólo se aplicarán en defecto de disposiciones legales, convencionales o contractuales, a no ser que cuenten con una recepción o remisión expresa" -situación que entienden no se ha dado en este caso-.

Desde el comité de trabajadores se muestra la preocupación porque esta bajada en el número de contrataciones se mantenga el resto de meses de verano, con los problemas que conllevaría en la organización del trabajo de ese período y con las consecuencias negativas que directamente tendría sobre la limpieza de la ciudad. Y al mismo tiempo ponen el acento en esos trabajadores fijos de fin de semana que se han quedado, sin saberlo ni esperarlo, sin contrato en el mes de junio. "Son personas que trabajan ocho días al mes y que, por tanto, se buscan un segundo empleo durante el año para poder comer, salvo en estos cuatro meses en los que siempre son contratados, como la empresa les había avisado a principios de años. Han perdido, por tanto, unos ingresos que tenían previstos y que son importantes para ellos", explica uno de los portavoces de la plantilla, que no esconde su preocupación por el cambio de rumbo que a este respecto ha tomado la empresa "en su último año de prórroga".