El Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz ha condenado a un hombre por el delito de lesiones a un año de prisión tras dar una paliza a un menor que disputaba un partido de fútbol junto a otros cadetes en el verano de 2014.

La sentencia explica que la víctima, de 15 años a la fecha de los hechos, tuvo un altercado con el hijo del agresor durante el encuentro, razón por la cual el adulto saltó al campo desde la grada para, acto seguido, pegar golpes y patadas al joven hasta el punto de romperle el menisco interno de la rodilla derecha.

Además de la pena de un año de cárcel, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 5 de Cádiz, Esther Burgos, ha dictaminado que el procesado indemnice al menor en la cantidad de 4.585,4 euros.

En esta causa, la familia del damnificado ha ejercido la acusación particular y ha sido representada por la abogada Esther Coto.

Hechos probados

La resolución judicial da por probado que la tarde del 30 de agosto de 2014 se jugó un partido en el campo de fútbol situado en la avenida de La Bahía entre dos equipos, el Olímpico y el Panamá.

Sobre las 20:45 horas, se produjo un altercado entre dos jugadores rivales, ambos menores de edad. A raíz de esta trifulca, el padre de uno de los chavales –que estaba en la grada viendo el partido– saltó al campo, se dirigió al lugar en el que estaban los jugadores y le dio un puñetazo al chico que había tenido el encontronazo con su hijo. Después, lo tiró al suelo y continuó dándole golpes y patadas. “Le pisó la rodilla derecha, lo que le ocasionó una contusión en la región malar derecha, contractura del trapecio izquierdo y esguince de rodilla derecha con rotura de menisco interno”, especifica la sentencia.

El menor tuvo que ser sometido a una intervención quirúrgica de rodilla tras la agresión

Cuando los padres de la víctima vieron que el ahora condenado estaba atacando a su hijo, saltaron también al campo y fueron a ayudarlo. La madre agarró al agresor para separarlo del chico y le ocasionó una erosión en la hemicara derecha. El agresor golpeó igualmente a la madre y le provocó un eritema en la región occipital, una contractura en el bíceps braquial derecho y una contusión lumbar.

El padre del menor también intervino en esta pelea: cogió del cuello al procesado para separarlo de su esposa.

El joven denunciante tardó en curar 90 días en los que estuvo impedido para sus ocupaciones habituales básicas. El 29 de septiembre de 2016, prácticamente dos años después de lo sucedido, fue sometido a una intervención quirúrgica de rodilla.

A la hora de imponer la pena privativa de libertad, la magistrada ha tenido en cuenta que los hechos ocurrieron hace más de cuatro años, motivo por el que ha apreciado la atenuante de dilaciones indebidas.

La sentencia no es firme y puede ser recurrida en apelación ante la Audiencia de Cádiz.