La casa de hermandad de Columna volverá hoy a abrir sus puertas para atender a sus hermanos después de que las últimas semanas haya permanecido cerrada por la dimisión de la anterior junta de gobierno y la llegada -nuevamente- de un comisario externo. Así lo ha decidido el equipo de cofrades nombrados por la autoridad eclesiástica y liderados por Rafael Guerrero, con la intención de seguir avanzando en su encomienda de intentar devolver a la normalidad a esta corporación.

Desde que el comisariado se hiciera cargo de Columna, la labor se ha centrado principalmente en la atención a hermanos estrechamente vinculados con la cofradía para conocer el alcance de la situación (continua problemática y discrepancias con el director espiritual, Enrique Arroyo). "Escuchar mucho y animar mucho, es lo que estamos haciendo", comentaba ayer Guerrero.

Pero además, el comisariado ultimaba ayer el envío de una información por escrito en la que dar a conocer a los hermanos la situación actual de Columna y los cultos que se van a dedicar a la Virgen de las Lágrimas del 8 al 11 de septiembre.

En estos primeros días desde su aterrizaje en la cofradía del Martes Santo, la valoración de Rafael Guerrero es positiva. "La hermandad no está muerta ni mucho menos; hay muchos hermanos que están mostrando interés en trabajar por ella", destacaba ayer el comisario de Columna.