Uno de los especialistas que han participado en el análisis de la situación económica de la provincia, especialmente sobre los efectos de la pandemia en la misma, dejó claro antes de ponerse a trabajar que él no quería estar en un documento inútil, en uno de esos que acaban archivados junto a otros estudios que en las últimas décadas se han confeccionado sobre la dura realidad de Cádiz.

Javier Cabeza de Vaca, presidente de los economistas gaditanos, ya iba por esa línea lo que animó a este experto y a 31 más junto a un elevado porcentaje de los asociados a este colegio profesional, a participar en la confección de un documento que saca a la luz nuestras miserias a la vez que pone sobre la mesa posibles soluciones para salir de una eterna crisis.

Asume el decano, y así se refleja en el documento presentado la semana pasada, que en la provincia "llueve sobre mojado", pues la crisis provocada por la pandemia del coronovaris ha llegado cuando Cádiz aún no había logrado recuperar los niveles de desarrollo previos a la crisis de 2008.

Es por esta situación tan grave por lo que se pide que el documento pueda servir como base para un acuerdo común entre toda la sociedad gaditana, políticos, sindicatos, empresarios, instituciones públicas y privadas, asociaciones ciudadanas...

Para ello se asume la necesidad de que alguien tire de esta locomotora, que sea capaz de hacer sentar a este extenso y variado colectivo, y que sea capaz de cerrar un acuerdo de futuro para la provincia, que le saque del pozo en el que se encuentra de forma permanente, y sobre todo que la prepare que afrontar con más fuerza futuras crisis.

En este sentido, lamenta que el papel de los políticos gaditanos no se corresponda con las necesidades que tiene la provincia. Pone como ejemplo a la misma Bahía de Cádiz "que con medio millón de habitantes es incapaz de desarrollar empresas públicas de servicios comunes, que funcionen mejor y cuesten menos que las actuales. Por el contrario, aquí se actúa como si estuviésemos en reinos de taifas, cada ciudad viviendo de forma independiente a su vecino".

Lamenta, también, que tenemos "una clase política que piensa siempre a corto plazo, piensa más en las siguientes elecciones por lo que sus proyectos no van más allá de cuatro años, con apuestas indefinidas. Está ocurriendo en la capital y en el resto".

Pendiente de que alguien tire de esta idea, el Colegio de Economistas va a poner en marcha una comisión que analizará la evolución de nuestra provincia "planteando una reflexión sobre lo que podemos hacer, y trasladarlo a otros colectivos". Aquí se menciona a la Universidad de Cádiz, "como un agente importantísimo. En la Universidad está el conocimiento. La Universidad debe estar más cerca del proceso productivo, participando en el mismo, con programas formativos más adecuados a la demanda de las empresas".

"En una sociedad del conocimiento tan cambiante, la capacidad del aprendizaje es fundamental", constata el decano, que junto a la relevancia de la Universidad deja también claro que la educación debe expandirse a todos los ámbitos de la vida.

En el informe del Colegio de Economistas se alerta sobre los problemas estructurales, ya crónicos, que soporta la provincia y que se han visto agudizados con los efectos del COVID-19.

En este sentido, el Colegio considera que hay que dar un paso más y no limitarse a buscar la incidencia que la crisis provocada por la pandemia ha tenido en nuestra economía, sino plantear de una vez por todas soluciones a esta situación endémica.

"os resultados de la encuesta coinciden en su gran mayoría con un diagnóstico común. Este es un aspecto destacable porque ello nos debería de abrir la puerta a buscar soluciones", afirma Javier Cabeza de Vaca.En todo este proceso de resolución de la crisis nacional, está la incógnita de cómo se va a gastar el dinero que está previsto que llegue de Europa. En qué y cuánta cantidad en lo que corresponda a la provincia de Cádiz. Un dinero sin duda importante a la hora de solventar nuestros problemas endémicos y encauzar nuestro desarrollo utilizando otro modelo.

En este caso, desde el Colegio de Economistas se considera que será vital la colaboración público-privada, y que ambas tengan claro el nuevo modelo productivo hacia el que hay que desviar estas inversiones, y no "hacía actividades no productivas".

Para este colectivo profesional, los fondos europeos también tendrían que destinarse al desarrollo de infraestructuras básicas en la provincia y que, hoy, son deficientes, mencionando especialmente la conexión ferroviaria con el puerto de Algeciras, o la mejora del abastecimiento del agua a diversos sectores productivos. Como gran ejemplo de esta nueva forma de ver la economía, Cabeza de Vaca menciona el trabajo de transformación realizado por Ubrique, “como ejemplo de una gran vocación emprendedora, que se renueva y busca siempre más mercados”.