Una dura Navidad se avecina para los voluntarios de la primera línea de batalla de Cáritas. Las parroquias ultiman la campaña navideña para atender durante las fiestas a los que más lo necesitan. Y el objetivo principal, que es que "todas las familias puedan celebrar la Navidad en sus casas" se antoja especialmente difícil este año, ya que al imparable aumento de necesidades en la ciudad se une también la merma cada vez más importante de los ingresos que perciben estas organizaciones.

Para plasmar esta dramática situación, son muy clarificadores los datos que se manejan en el casco histórico. En las nueve parroquias que conforman intramuros, son ya más de ochocientas, concretamente 820, las familias que atiende Cáritas. Unas cifras preocupantes que están provocando "un auténtico desbordamiento" en estas cáritas parroquiales, habitualmente la primera puerta a la que llama cualquier persona que tenga alguna necesidad de ayuda.

La peculiaridad de la Navidad para Cáritas radica, principalmente, en que a las ayudas habituales que prestan a las familias se suma el plus para que estas fiestas puedan celebrarlas todos los gaditanos. "A la familia que se le ayuda con alimentos, de cara a Navidad se le da algunos más; y la que se ayuda con dinero, se le entrega algo más", explica una voluntaria de Cáritas de Cádiz Intramuros.

La búsqueda de fondos que permitan llevar a cabo la campaña de Navidad viene por varias vías. La primera de ellas es la cuota periódica de los socios de las cáritas parroquiales correspondiente al mes de diciembre. La segunda es algún donativo específico que algunos voluntarios, feligreses o ciudadanos realizan estas fechas y que suelen tener un fin concreto. "Hay un vecino que todos los años nos da un dinero para que compremos gambas para las familias de cáritas, y en otros sitios puede haber otro que entregue un donativo para que se haga otra cosa. Y la voluntad del donante siempre hay que respetarla", explica una voluntaria que presta su colaboración en el barrio de La Viña.

A estas dos se une una tercera línea de acción, que son las campañas y acciones puntuales que se organizan en estas semanas ya sea por las propias cáritas o por otras entidades colaboradoras. En este punto, destaca Cáritas la ayuda que prestan las hermandades y cofradías, que se han convertido en las principales aliadas en la acción de ayuda a los más necesitados. Por último, otra importante vía de financiación es la colecta de las misas de un fin de semana de diciembre. Normalmente, el primer fin de semana de cada mes es el que la Iglesia destina sus colectas directamente a Cáritas; pero en diciembre, ese fin de semana se desplaza hacia las fechas más cercanas a Navidad en algunos casos. "Todo lo que se recaude en las colectas de ese fin de semana se invierte directamente en la campaña de Navidad. Tal como lo recibimos nos lo gastamos", explican desde el arciprestazgo de Cádiz interior. En algunas parroquias, esas colectas dirigidas especialmente a la campaña de Navidad de Cáritas se llevarán a cabo precisamente este próximo fin de semana.

Y con estos ingresos extraordinarios en diciembre, varios son también los frentes principales que se atienden desde las parroquias. El primero de ellos es la entrega de lotes de alimentos que incluyen productos especiales (turrón, polvorones, pavo, ibéricos... dependiendo las posibilidades de cada cáritas y de cada año) "para que en ninguna casa no se pueda celebrar una buena comida familiar navideña", explican desde Cáritas. El segundo es la colaboración económica especial, en aquellos sitios donde habitualmente es esta ayuda la que se presta. Un tercer frente, mucho menos habitual, es la entrega de juguetes que van destinados a los más pequeños del barrio, entorno o feligresía de cada parroquia.

Así se presenta la campaña de Navidad este año. Con más dificultades que nunca, posiblemente; pero con el mismo objetivo de que la Navidad se pueda celebrar en toda la ciudad.