Es una ciudad en la que el comercio está llamado a jugar un importante papel, ante la ausencia de otros motores económicos. Y es un casco histórico que desde hace años se viene promocionando como centro comercial abierto para competir con las grandes superficies que siguen proliferando en la propia Bahía y provincia. Aún así, las asociaciones de comerciantes siguen reclamando iniciativas que desde el Ayuntamiento se resisten o no consiguen implantar en la ciudad en estas fechas tan importantes para el sector comercio y hostelero.

El ejemplo más claro de estas carencias es la pista de patinaje sobre hielo, que por segundo año consecutivo no podrá disfrutar la ciudad. Y es que el Ayuntamiento ha cometido el mismo error que el año pasado, o ha tenido el mismo poco éxito su convocatoria pública. El concurso, con un canon de 2.200 euros, volvió a quedar desierto sin que posteriormente se abriera procedimiento negociado ni otra posibilidad para dotar a la ciudad de esa pista de hielo que años atrás -cuando la gestión la hacía una asociación de comerciantes- sí se colocaba todas las navidades.

Esta instalación se entiende como un atractivo fuerte para que el público venga a Cádiz. Una gran llamada que en otras ciudades inventan cada Navidad -como Juvelandia o la Ciudad del Hielo, por citar ejemplos cercanos- y que en la capital no termina de llegar.

Ni siquiera cuenta Cádiz con un mercado navideño -donde se venden figuras de belenes, todo tipo de estructuras y elementos para nacimientos y adornos navideños de todo tipo, básicamente) que algún colectivo ha planteado en algunas ocasiones, encontrando siempre (al parecer) la negativa municipal a ponerlo en marcha.

Pero sin necesidad de recurrir a grandes atractivos, los colectivos demandan insistentemente algo fundamental para ellos: la facilidad de aparcamiento de los clientes. Todo un imposible en la ciudad, especialmente en el casco histórico. "Es un handicap gravísimo, un problema fundamental para nosotros", señala Manuel Fernández, portavoz de Cádiz XXI. Precisamente, este colectivo ha planteado en alguna ocasión que el Muelle Ciudad albergue un gran aparcamiento durante los días de Navidad, amparando la propuesta en que ya se hizo durante la Cumbre Iberoamericana y en la casi ausencia de cruceros en esas fechas.

Este aparcamiento facilitaría la llegada a la ciudad de los coches y serviría para competir con las grandes superficies. "Siendo sinceros, de La Laguna a Bahía Sur se tara menos que de La Laguna al centro. Y además, cuando llegas a las grandes superficies, una familia aparca tal y como llega y gratis. Aquí aparcas si encuentras sitio; y si lo encuentras es siempre pagando", expone Fernández.

Sí hay que reseñar sobre esto la campaña de Emasa para los fines de semana y festivos de estas fechas, con la tarifa plana de 2 euros en sus aparcamientos. Un paso adelante en este grave problema que tiene una ciudad que se reivindica como comercial.